La pintura

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Fuiste como una pintura. Cada trazo de tu alma, cada detalle de tu cuerpo, hasta las grietas que se dibujaban en tu coraza; todo era obra de tus artistas.

No he dejado más que una huella dentro de un desierto de brumosa belleza. Y, a pesar de eso, hay algo que nos une, porque estoy escribiendo esto y porque esto es arte (o un intento).

Si hablamos de pragmatismos, soy parte de tu séquito de artistas, tanto como las personas a las que conocí como las que solo miré con miedo.

Eres una pintura. Y tus pinceladas a veces cortas, otras largas, se comparan con el cielo y el infierno y todo lo bello y maravilloso de esta realidad.

Te extraño de la misma forma que un bebé extraña a su madre: es algo que nace dentro de mí y no tiene explicación lógica; quizá es amor, pero ¿cómo saber qué es el amor?

Ahora pienso qué, tal vez, la única forma de saberlo sea observar tu lienzo y esperar estar en él.

Para Ti, PoesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora