Tengo miedo de cosas sin sentido,
cosas como que tu cabello se caiga
y te conviertas en una vieja sin años contables
y, mientras te veo, me arrepienta de lo que te hice.
Tengo miedo a que los momentos se cuenten en segundos
a que los respiros salgan en sollozos
eternos
al son de un tintineo insistente
como el de mi voz
tan lejana porque me da miedo acercarme.
Tengo miedo a que desaparezcas
y a las avispas,
los abrazos sin sentimientos
los ojos de un corazón confundido
las letras de un poeta muerto
las rocas que esas letras pueden lanzar contra el mundo
y a los lanzadores.
Tengo miedo de ti y de mi
pero sobretodo del mañana
porque es un hecho que, ninguno de los dos,
sabe las reglas de un buen juego.