Aveces me pregunto si el destino realmente hace las cosas para divertirse...
Nunca obtengo respuestas.
¿Qué más podría salir mal? ¿Por qué el destino juega de esa manera con mis sentimientos?...
Me enamoré de mi mejor amigo, Miles "Tails" Prower, y...
No sé en qué momento mi pie tropezó con algo, haciéndome caer en un profundo lago...
Me sentía perdido y sin esperanza. El agua se encargaría de acabar conmigo, simplemente me había resignado. No sabía nadar, sentía que el agua jalaba mi cuerpo con alguna especie de "garras". Podía sentir cómo por más que forcejeara para salir de la superficie me iba hundiendo más. Tosía e intentaba sacar mi cabeza del agua, que entraba por mi nariz y mi garganta.
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De pronto vi que una sombra se acercaba a mí, estaba perdiendo la consciencia, sólo escuchaba voces a lo lejos llamando por mi nombre.
—¡Sonic! ¡Sonic!
Tails... Mi amado... No me dejes aquí...
—¡Sonic! ¡RESISTE!
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Venían aquellos recuerdos a mi mente, recuerdos de la forma en que me enamoré de él, ¿Era verdad que cuando estaba uno a punto de morir su mente repasaba los momentos más importantes de su vida?
—¡SONIC!
Mis ojos se cerraron lentamente, podía sentir la forma en la que mi cuerpo dejaba de reaccionar y se hundía bajo el agua. Estaba en un trance en el que a pesar de no poder reaccionar, sentía que alguien me tomaba en sus brazos y me llevaba de vuelta a la superficie. Me abrazaba fuertemente contra su pecho y me decía que todo iba a estar bien.
×
Desperté luego de un tiempo en mi cama, en mi habitación, arropado con unas cobijas, con una botella de agua y un par de chillidogs en el tocador. Había algo conectado a mi pecho. La puerta se abrió dejando ver a la última persona que quería ver en ese momento.
—T-Tails... —¡Sonic!— De inmediato soltó el cubrebocas que traía consigo y corrió a abrazarme, ah... Sus abrazos... Eran como un sueño... —¿Como llegué aquí?... —Yo te he traído, Sonic... Caíste a un lago y... No sé qué habría sido de mí si te pierdo... Yo sólo... —No fue tu culpa Tails... No estoy molesto contigo... No puedo estarlo... —Sonic, perdóname por favor, estaba triste, y también lo estabas tú... Yo sólo...
Lo rodeaba con mis brazos y me acerqué un poco a su oreja.
—No fue tu culpa, Tails, me haz salvado una vez más
Sentí como su pelo se erizó, escondí mi rostro en uno de sus hombros. Quería decirle cuanta falta me había hecho, pero simplemente no podía hacerlo.
—Te he hecho otro comunicador, Sonic... Por favor, ya no te lo quites que yo... Le puse todo mi cariño...
Suspiró.
—Te lo prometo... —Ahora... Tienes que comer, estoy seguro de que no comiste nada... —Aveces me sorprende lo bien que me conoces... —Hemos estado tantos años juntos, Sonic... Te conozco como a la palma de mi mano— Sonrió.
"¿Entonces por qué no puedes darte cuenta que estoy loco por ti?..." pensé.
—Incluso, te preparé esos perros con chili que tanto te gustan... Yo... Realmente te extrañé...
Bajé la mirada, sabía que era un amor imposible, ¿Pero por qué me era tan difícil no pensar en lo mucho que me encantaba ver sus ojos del color del cielo? ¿Por qué no sólo podía dejar de lado mis pensamientos que me hacían querer tomar una de sus mejillas en mis manos y besarlo como si no hubiese un mañana?... ¿Por qué lo amaba tanto?...
—Tails... De verdad te adoro... —Sonic...— Sonrió con ternura y se puso de pie —Vuelvo enseguida
Quería que todos los días fuesen así, con él a mi lado, despertando juntos, ir a Meg Burgers tomados de la mano, admirarlo con detenimiento mientras estaba en su taller con su bata puesta... Joder... Yo en verdad lo amaba...
Quería tan sólo que él me amara de la misma forma, ¿Era mucho pedir?
Me quedé pensando en todo lo que discutimos ayer, era verdad que el presentar a Zooey como su novia era un momento muy importante para él, que después de lo sucedido con Cosmo, era un logro para él volver a amar. Pero... ¿Cómo decirle que no iba a poder soportar ver a la persona que amo besar a otra persona? ¿A alguien que no soy yo? Que mi corazón se rompió al momento de saber que no tenía ninguna esperanza con él.
El sólo saber que ahora él estaba con alguien más me mataba por dentro, ni siquiera las batallas con Eggman me animaban, ni siquiera sus absurdos robots podían distraer mi frustración.
¿Cómo decirle a Tails que era el amor de mi vida sin ser rechazado?
Escuché la puerta abrirse una vez más, entraron mis amigos a visitarme, me sentía aliviado de algún modo.
—¡Amy! —Sonic, Tails una vez más estaba preocupado por ti —¡¡Estuvo buscándote toda la noche con sus horribles aparatos de comunicación alienígena!!— Dijo, como de costumbre, una hiperactiva Sticks —Yo creí que estaba rastreando croquetas de perro— Decía Knuckles con una sonrisa, alegre de verme... A su modo —El punto es que todos te estuvimos buscando, Sonic... Tails te cargó en sus brazos— guiñó Amy —¡¡Y luego te quería lavar el cerebro! ¡Con ese extraño artefacto succionador de mentes!! —Sticks... En realidad es un ínterparamédico diseñado especialmente para asegurarse de que los signos vitales de una persona se encuentren en perfecto estado, en este caso, se ha encargado de darle la respiración adecuada a Sonic y deshacerse del agua que le impedía respirar —¡Es un aparato alienígena!
Sonreí. Tenía a los mejores amigos del mundo, y Tails... Él como siempre, era tan perfecto y tan sabio con cada una de las cosas que decía. Admiraba su inteligencia. Para mí, Tails era mucho más inteligente que Eggman, él logró lo que Eggman no había logrado: Capturarme.
Reí ante el recuerdo de tal apuesta, consistía en ver si él era capaz de lograr capturarme, y vaya que lo logró. Aún así nunca se lo hice saber, hasta que... Bueno, se dio cuenta por sí mismo y me hizo cantarle, tal como lo había hecho conmigo ese día...
Me reí de las incoherencias de mis amigos, hasta que algo completamente inesperado interrumpió nuestras risas. La puerta se abrió una vez más, dejando ver a la persona que había entrado por ésta.
—Lo lamento chicos, he llegado un poco tarde, traje galletas ❤
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