Mas Allá 😍

Volver a empezar..

"La vida se empecina
En hacerme caer, aún así
Siempre me levantaré".
Anahí.
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Dos años antes..

La mañana era fría y las nubes mostraban que pronto se avecinaba una buena lluvia, un suspiro salió de sus labios, una lágrima volvió a caer.. era la hora más temida, aquella que quedaría para siempre en su corazón.

-. Joven Herrera, es hora de soltar-. Dijo Carmen, la ama de llaves de la mansión Herrera-. Saldrá adelante-.

Alfonso volvió a suspirar, salir adelante? Cómo? Eso no era más que una frase echa, una de las tantas que le habían dicho en aquel día, aquel pinche día en el que su corazón se perdió, se inundó de una tristeza sin igual, "la vida sigue" " queda mucho aún por disfrutar" " este dolor pasará" esas y Miles de frases más que le habían dicho resonaba en su mente.

-. No hay que estar enojado con la vida hermano-.

Las palabras de Eva resonaron en su mente, como no estar enojado? Si se suponía que debía de ser el mejor día, debía de estar en su casa con una enorme sonrisa en el rostro y sin embargo aquí estaba, dirigiéndose detrás del féretro hacia el cementerio, donde los restos de su amada descansarían de ahora en más, gruesas lágrimas cayeron por sus mejillas, Dulce María era una chava llena de luz, de vida, era alegre y benévola, la generosidad se expandía sobre ella, era apasionada y rebelde, sin embargo ya no estaba a su lado, ahorita debía de aprender a vivir sin ese amor que Dulce irradiaba.

Se suponía que debía de seguir, la vida continuaba pero como hacerlo? Un suspiro salió de sus labios al llegar a su casa.

-. Desea algo señor?-. Habló Carmen.

-. No Carmen, Victoria?-.

Carmen subió las escaleras en búsqueda de aquel ser que llegó a su vida, aquel pedacito de Dulce que le había quedado, los ojos, su rojizo pelo, la niña lloro por hambre, rápidamente Alfonso le preparo la mamadera.

-. Cómo te las apañaras?-. Pregunto Eva.

-. Aún no lo sé, por ahorita solo me dedicaré a ella, luego buscaré alguna niñera-.

El tiempo lo acomodaría todo, pero sería capaz de acomodar su corazón?..

A varios kilómetros de México DF, una chava salia de las oficinas de su jefe hioerventilando, se cerraba la fábrica? Justo ahorita que debía de comenzar a estudiar? Justo en este momento que lo necesitaba más que nunca, pues hacia solo un par de meses que su padre había muerto. De esa manera llegó a su casa echando un portazo.

-. Que te ocurre?-. Pregunto Sara.

-. Me quedé sin trabajo ma-. Su madre sonrio-. No es gracioso sabes?-. Dijo de mala gana.

-. Ya lo sé mi niña, es que te tengo una noticia-. Anahi la miró sin entender-. Me transfirieron!-.

-. A dónde?-.

-. A México DF!!-. Dijo con alegria-. Allí tu hermanito tendrá una guardería, y tú podrás conseguir más trabajo que aqui-.

-. Pues si lo pones de ese modo tienes razón, cuando nos iremos?-.

-. En una semana pequeña-.

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Hacia dos años que su estadía en México DF era más o menos tranquila, pues aunque había iniciado sus estudios en magisterio infantil aún no conseguía un trabajo fijo, su desesperación crecía poco a poco pues su hermano de solo 5 años había Sido diagnosticado con cáncer, y aunque puso todo de si, no era compatible su médula ósea, por lo que estaban a la espera de que aparezca un donante, pero el trabajo de su madre apenas alcanzaba a cubrir algunos gastos, por lo que la obra social policial cubría el resto, pero cuanto tiempo durarían esos ahorros?

-. Buen día vecina-. Saludo Anahí.

-. Hola niña, venga que quiero decirle algo-.

Anahí suspiro, pues su vecina era conocida por repartir varios chismerios, pero aún así se acercó más por un simple acto de  cortesía que por realmente querer saber.

-. Has oído de la señora de aquí a la vuelta? Candela Ortiz?-. Anahí asintió sin prestar demasiada atención-. Pues resulta que esa chica trabaja en limpieza en casa de un ricachón de esos de country entiendes? Resulta que hoy dijo en el restaurante de aquí a la vuelta que los ricachones esos necesitaban niñera-.

-. Neta?-.

-. Pues si-. Dijo algo ofendida por la incredulidad de Anahí.

-. Y, sabes si se encuentra en su casa?-. La ansiedad creció en Anahí.

-. Si, ella trabaja ahora a la tarde, mira allí va-.

Anahí salió corriendo detrás de esa mujer, necesitaba saber si sería tan solo posible que ella sea óptima para ese trabajo.

-. Señora Ortiz-. Dijo al alcanzarla sorprendiendo a la mujer-. Señora, me dijeron que en la casa donde usted trabaja necesitaban una niñera y la verdad es que, necesito con urgencia el trabajo-.

-. Tu eres la hija de Sara Velázquez verdad?-. Anahí asintio-. Mira, preguntaré en la casa de mi patrón vale? Y te recomendaré, espero que tengas suerte-.

-. Te lo agradezco-.

Candela siguió su camino, mientras que las esperanzas de Anahí se fueron con ella, luego de un suspiro continuo hacia la clase de discapacidad infantil que tenía.

-. Papi, mi muñeca se averió?-.

-. Ven aquí Vico-. Le dijo su padre y la sentó en su falda-. A ver qué es lo que le sucedió?-.

-. Jugaba con ella papá, y se cayó y su cabeza rodó, como en la película que mira la tía Eva-. Alfonso sonrió.

-. No debes de mirar películas con tu tia-.

-. Ella la puso, saco mis dibujitos y puso su película-. Frunció el seño la pequeña, en ese momento la puerta se abrió, dejando ver a una chava morocha, con el rodete ya echo perfectamente.

-. Necesita algo señor?-.

-. No Candela, te lo agradezco-. Le sonrió.

-. Hola pandela-. Saludo la niña.

-. Hola pequeña-. Suspiro-. Señor podría hablar con usted?-.

Vio como Alfonso terminaba el arreglo y la pequeña salía con su muñeca nuevamente sana, le hizo señas de que pasara y al ingresar cerró la puerta.

-. Que necesitas Candela?-.

-. Señor, se que necesita de una niñera y quiero recomendarle a una chica del barrio, ella estudia y está buscando trabajo también, su nombre es Anahí Puente, vinieron al barrio hace un par de años-. Alfonso levantó una ceja pero le invito a seguir con un gesto-. Son gente honrada, su madre es policía y su padre murió, tiene un hermano más pequeño que sufre de una enfermedad, no sabría decirle cual, pero no es gente problemática señor, y realmente necesita trabajar-.

La mirada de Alfonso se posicionó en sus manos, porque no ayudar a esa gente? Y que mejor que con trabajo? Pero debía de estar seguro, pues dejaba en sus manos su ser más preciado su pequeña Victoria, no podía tomarlo a la ligera.