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Al Día. Parte 1

-. Le has dicho de Fabián?-. Anahí nego-. Y al niño le dirás qué te has reencontraste con su padre?-.

-. No lo sé, por lo pronto me quedaré callada, no le he dado información de nada a Alfonso, pero el sabe que Fabián es su hijo-.

-. Cómo lo supo?!-. Marcelo suspiro-. Lamento no estar alli-.

-. No lo lamentes, tú tienes que estar allí con tu madre... En cuanto a tu pregunta.. según dijo su madre decidió decirle la verdad, aquella que en su momento no creyo-.

-. Bueno cariño, mira.. yo amo a Fabián, como si fuera de mi sangre sabes? Pero en el fondo sabía que algún día esto llegaría, y quién diría que sería ahorita, con su hija como tú alumna y yo sin estar alli-.

-. Descuida, se que puedo manejarlo-.

-. La primer clase, supiste que era aquella niña?-.

-. Lo sospeche pero no quise meter mi cabeza en aquello-. Suspiro al oír la puerta-. Ha llegado Fabián, debo de colgar-.

Cariñosamente se despidieron, Anahí intentaba parecer fuerte pero no estaba tan segura como sonaba, y es que el día tan temido había llegado, quisiera con todas sus fuerzas llevarlo lejos suyo y de su hijo, pero había una realidad y es que ese niño no tenía culpa alguna de nada, el timbre aparto toda clase de pensamientos y despidió al cartero con una enorme sonrisa, aquella misma que se borró de su rostro.. pero quién fregados se creía que era este pinche cabron?!.

-. Y que harás?-.

Cristopher había vuelto de su luna de miel con Fiorella y el primer día de trabajo se encontraba con su amigo en esta situación, la alegría de tener un sobrino del corazón más allá de Vico se veía opaca por la situación en la que Alfonso y Anahí se encontraban.

-. En este momento debe de estar recibiendo una citación a defensoría, espero y no se niegue-.

-. No lo hará, pero bien sabes tú que eso de las defensorías sin intentar hablar primero con ella te traerá problemas y tú no estás en condiciones recuerda que el divorcio aún no te ha salido y reconocer ahorita a ese hijo puede estropearte todo-.

-. Lo sé güey, reconocerlo solo acercarme como lo estoy haciendo echa por tierra el acuerdo con Diana pero que es lo que haré? No quiero esperar más es mi hijo-.

-. Anahí te lo dijo?-.

-. No,mi madre-.

-. La misma que dijo y pago a uno para que creas que no era tuyo y te separaras de Anahí verdad? Dime Poncho, que tan confiable es la palabra de tu madre?-.

-. No lo sé la neta no lo sé, pero es que cuando se lo dije a Anahí, debiste ver su cara! Se quedó tiesa no sabes, blanca como el papel, como si le hubiese descubierto su mayor secreto, es seguro... Neta que lo siento aquí dentro, es mi hijo-.

-. Ten cuidado, vale? Si es tu hijo, pues no comiences con su madre con el pie izquierdo, eso te traerá más de un dolor de cabeza-.

-. Mira güey, recuperaré primero a mi hijo o hija y luego, te juro que no descansaré hasta recuperar a la madre-.

Su socio no dijo más nada, era algo arriesgado y hasta casi sin sentido pero por primera vez su amigo estaba siguiendo a su corazón, no cabía duda que había sufrido a su lado todos estos años, y de cierta manera lo entendía.

Días más tarde..

El día de la citación había llegado, los nervios carcomian tanto a Alfonso como a Anahí, quien luego de dejar a su hijo en la escuela se dirigió hacía el juzgado de menores dónde Alfonso la esperaba impaciente.

-. Buen día-. Saludo el.

-. Serán para ti-. Le clavo su mirada azul asesina.

Alfonso decidió quedarse en completo silencio hasta que el juez apareció.

-. Bien, señorita Puente, aquí el señor Herrera la ha llamado a citación para proceder con el reconocimiento de un aparente hijo en común, que tiene usted que decir al respecto?-.

-. Con todo respeto.. que ha llegado 10 años tarde en primera, segunda que si hubiera hablado conmigo las cosas no las solucionaríamos haciendole perder el tiempo-.

-. Hablar?-. Interrumpió Alfonso-. En la escuela no quisiste hablarme Anahí! O me equivoco?!-.

-. Disculpa Alfonso, pero era mi lugar de trabajo sabes? No era lugar para-.

-. No mostraste el mínimo interés en querer hablarlo, no se dónde vives y no me citaste en ningún lado, ni siquiera por teléfono he hablado contigo, que querías que hiciera eh?-. Anahí abrio la boca pero Alfonso no le dejo hablar-. Y si, llegue 10 años tarde y tú sabes bien que me deje embaucar por mi madre, lo sabes caray! Y no me diste ni una pizca de información en cuanto te dije que me enteré de la verdad-.

-. Señores, les pido que se calmen en primera va? Y en segunda, les pido disculpas pero postergaremos por problemas personales la citación para la semana entrante-.

Sin más se retiraron, una vez fuera del juzgado, Alfonso se sintió un idiota por haberle reprochado todo, que culpa tenía ella de sus idioteces? Sin más se acercó.

-. Anahí, estás ocupada.?-. Anahí lo vio con sorpresa-. Mira.. perdóname por como te he tratado, comencemos de cero vale?-.

Anahí lo pensó por un par de segundos, tenía las razones y las ganas para mandarlo a la fregada, pero aún siendo el peor de todos no dejaba de ser el padre de su hijo, era capaz de negarle algo tan importante como su padre al niño? Tenia alguna culpa? Sin dudas debía de dejar su orgullo lastimado  de mujer de lado para el bien de su hijo, por más difícil que se le haga debía de hacerlo, por lo que junto aire y hablo tranquilamente.

-. Aquí a la vuelta hay un café bien chido, tengo solo tres horas si te es suficiente-.

-. Claro que sí, vamos-.

Dijo Alfonso feliz,pues había logrado que aquella mujer que despertaba tantos sentimientos sin importar el tiempo que transcurra lejos suyo haya aceptado un café y tres horas de charla junto a el, sin dudas era el mejor día de su vida.