Un grupo de amigos que solo buscaban entretenimiento y diversión en los clubes nocturnos se convierten en estafadores con un único propósito, crear y mantener su campaña, de una noche a otra aceptan un trabajo que consideran 'sencillo' y se vuelven...
—Agh... no entiendo que es lo que no esta funcionando.
Lanzo el rociador al bote de basura que se encuentra en la esquina de mi intento de "laboratorio", cabe destacar que solo es un cuarto de madera viejo.
Apoyo ambos codos en la mesa de madera y masajeo mis cienes tratando de entender porqué mi experimento que consiste en un rociador que cambia de color el agua cuando entra en contacto con alguna droga no funciona.
Escucho varios pasos y en seguida Alex abre la puerta y aparece en el marco.
—¿Puedo ir a la casa de un amigo a ver películas? — pregunta con rapidez.
Doy la vuelta hacia él en mi silla giratoria y pongo mi cara interrogante que siempre utilizo para que diga la verdad.
—¿Ubicación de la casa? ¿Cómo se llama tu amigo? ¿Quiénes estarán? ¿A que hora irás? Y ¿A que hora vendrás? — Lo miro con mis ojos entre cerrados. La clave está en hacerle muchas preguntas juntas y sí se le olvida la mayoría o piensa mucho y se le traba la lengua al hablar es porque miente.
Rueda los ojos y responde —A cinco cuadras de aquí una casa azul y blanca, se llama Chase, mi grupo de amigos, voy ahora mismo, regreso a las 6:00 pm.
Todo en orden, no se trabó ni nada. Giro mi silla de nuevo hacia la mesa y tomo mi teléfono.
— Cuidado por la calle y pendiente con lo que haces, yo voy a trabajar y tal vez regrese un poco tarde.—Alex sale de la habitación corriendo.
Leo los dos siguientes mensajes y únicos en mi teléfono.
Heiden:
"En 30 minutos es la reunión, querida Gea"
" Se puntual"
Dejo mi teléfono a un lado de la mesa y recuerdo que probablemente llegue de madrugada así que tengo que darles las llaves de la casa a Alex.
— ¡Alex, llévate las llaves! —Grito desde la habitación para que pueda escucharme en la sala.
—¡Si, ya las tomé! — Grita devuelta y en seguida se escucha el portazo — ¡Te quiero!
—¡Si, si, yo también!
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— Y bien ¿Qué tienes planeado, Heiden? — pregunto cruzando mis brazos sobre mi pecho. Si, su nombre lo escuchas y dices de inmediato que parece de mujer pero no es así.
Él es nuestro "jefe" porque sabe muy bien como armar toda una jugada.
—¿Y de cuánto dinero hablamos?— interrumpe Edelvine a Heiden que estaba apunto de seguir hablando.
