Pienso en...

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AU: Inspirado en la canción de Rosalía y en esa doble línea que le aparece a Dacre en la mejilla cuando sonríe que casi parecen hoyuelos.

Hacía un tiempo que Billy pasaba más tiempo en casa de Steve que en la suya, era por eso que sabía que la puerta de atrás siempre estaba abierta, que había un espacio en el armario para él, que tenía una balda en el cuarto de baño del joven, que Steve había comprado su detergente favorito y que siempre había cerveza alemana en el frigorífico.

Fue porque se quedaba casi todas las noches, 6 noches de las 7 que tiene la semana, que se dio cuenta de una particular costumbre que Steve tenía cuando se iba cada mañana. El moreno siempre se acercaba a él por la espalda cuando estaba a punto de abrir la puerta, acariciaba su estómago y lo hacía girar empujándolo contra la puerta, acariciaba su mejilla con la nariz, y capturaba los labios del rubio en un beso que, a pesar de comenzar calmado, se iba encendiendo hasta convertirse en un intercambio de salivas que rayaba en lo obsceno. Billy sentía cómo si le estuviera follando la boca con la suya propia cada mañana. Era tan rudo, salvaje, animal y cavernícola que no podría describirse como Steve Harrington, era tan fuerte que solamente podía ser furia, ansias, temor, posesión.
Y ahí fue cuando se dio cuenta, no era que Steve le fuese a echar de menos de una forma sexual el resto del día, era que deseaba dejarle claro que era suyo, Steve no podía marcarlo como a los perros meándose encima, tampoco como las personas normales porque preguntarían en su casa por los chupetones y arañazos, por eso lo besaba así, creándole anhelo y miedo al mismo tiempo, sus labios le decían "no puedes vivir sin mí" y "mataré a cualquiera que se acerque" en ese instante.

-¿De qué tienes miedo, Harrington? -bromeó un día cuando sus labios se separaron

-Me da miedo cuando sales sonriendo para la calle porque todos pueden ver los hoyuelitos que te salen -susurró sobre su boca húmeda antes de acariciar su mejilla con la nariz -Tengo celos del aire que te roza el pelo, del collar de oro que llevas porque siempre pueda estar entorno a tu cuello, del cielo y de la luna porque te gusta contemplarlos, hasta del agua que bebes porque te moja los labios

Steve perfiló la comisura de los labios de Billy suspirando como si algo le doliese.

-Pienso todo el día en tu mirada y es como si tuviera clavada una bala en el pecho

Las manos de Steve se aferraban sin cerrarse, sus dedos arañaban su pecho por encima de la tela, era un toque desesperado que manifestaba una gran represión.

-Eres tan hermoso que me siento amenazado por todos, y aunque cuando callas me das miedo, y a veces eres más frío que la nieve, no puedo evitar sentir miedo cada vez que sales -jadeó como decir aquellas palabras le arrebataran dolorosamente el aire del pecho -porque pienso que no volverás nunca y que si no te agarro fuerte, entonces habrá sido mi culpa

Bajó el rostro para ver los ojos de Steve, quién se había escondido en su cuello, hundió sus dedos en el cabello castaño y lo alzó suavemente para que su mirada fuese correspondida, cuando sus ojos chocaron fue como si saltasen chispas, Billy estrelló su boca contra la de Steve con la misma brutalidad que él lo hacía cada mañana, lo tomó por los muslos alzándole, el moreno envolvió con sus piernas la cadera del contrario, y Billy le hizo el amor allí mismo, contra la puerta de la calle, marcando su cuello, dejando que Steve marcase el suyo cuanto quisiera, y le susurró al oído lo mucho que le amaba y le juró volver siempre.

Fooled around and fell in love [esp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora