Fire on Fire. h.s

capítulo trece

ELENA POV'

Estaba en mi habitación encerrada, no quería hablar con nadie, mi madre ha estado golpeando mi habitación hace más de diez minutos, no le abrí. Solo porqué estoy enojada, triste, pero sobre todo soprendida, bueno ¿porqué estaría sorprendida? es de Harry styes del que estamos hablando, fui de verdad muy estúpida al creer que tendríamos una ''cita'', pero bueno estaba equivocada. 

Mi celular vibró un par de veces, no quería hablar con nadie. Fruncí el ceño, estaba dejando que esto me afectara demasiado. Volvió a sonar y esta vez si conteste sin mirar. La voz de Amy perforo en mi oido. 

—¿donde demonios estas? —gritó ella.— A la salida no te vi. 

—Estaba un poco enferma—aclaré mi garganta.—entonces solo decidí ir a casa.

hubo un silencio unos segundos.

—¿estás bien?

—Sí, hablamos más tarde. Colgué. Entre al baño y me mire unos segundos, agarre mi cabello en una coleta alta y luego baje a la sala. Mi padre se encontraba viendo un partido de fútbol.  El volteó a verme y sonrío. 

—Calabaza.—Palmeo el sofá, indicando que me sentara a su lado. Sonreí. —¿como estás? tu madre me dijo estabas un poco mal. Pude ver como arrugaba su frente. Reí

—Estoy bien, solo me sentía un poco mal. 

Ya era de noche, y alguien llamó a la puerta. Mi madre se levantó a abrir, dejando ver a Amy, ella sonrío y paso.

—Iremos a mi habitación.—Amy me tomo de la mano rápidamente y cerró la puerta detrás de nosotras.

—Tienes que decirme que ha pasado.—Soltó ella.

—Harry me ha dejado.—Su mirada de confusión me hizo reír.—teníamos algo como una cita, él la olvido.  Amy negó. 

—No te preocupes, estoy igual.—hizo un mohín.—Austin es un completo imbécil. 

Amy se había ido a casa hace una hora y media, entonces nos enviábamos mensajes durante un rato. No me había percatado de que me quede dormida si no que algo vibraba en mi estomago, vi la hora era la una de la mañana, mire mi teléfono viendo el nombre «Harry»

Sin pensarlo dos veces conteste.

—Elena—su voz ronca me hizo estremecer. 

—Harry—me senté en el borde de la cama. 

—¿te desperté?

—Hablaba con Amy—Mordí mi labio— no me has despertado.

—Me alegro, porqué necesito que abras la puerta del balcón.

Me levante de golpe. Abrí la puerta y estaba Harry, apoyado contra mi puerta. Él me miró uno segundos de arriba a bajo, baje mi mirada y di un grito ahogado, estaba en un pequeño pantalón y una camisa blanca.

—Me iré a cambiar.

—quédate como estás—dijo. Su mirada se conecto con la mía unos segundos.— me gusta como te ves. Un frío paso por mi espalda.

—¿Qué estas haciendo aquí?

—Vine por ti. 

Me quede en silencio unos segundos, asimilando lo último que había dicho.

—¿por mi?—dije en un susurro

—aunque bueno sí, necesito que te cambies, me gusta lo que traes puesto, pero no para donde vamos.—Me guiño el ojo—luces condenadamente caliente.