Jimin mira fijamente a la pequeña mariposa blanca que se ha posado sobre su mano y sonríe por las cosquillas que le provocan sus ligeras alas. Ésta revolotea armoniosa entre sus dedos y él le agradece susurrándole lo hermosa que es. El día recién comienza, pero él ya está sentado en el jardín trasero de Yoongi, disfrutando de los rayos de su hermano y del rocío matutino. Su pantalón se encuentra completamente húmedo por el pasto, pero no le incomoda, arriba está congelado todo el tiempo por lo que el frío que siente es incluso acogedor.
—Jimin, ¿no tienes frío? —Jungkook sale de la casa rascando uno de sus ojos y con el cabello completamente alborotado, parece que se acaba de despertar por lo torpe de sus movimientos y Jimin sólo quiere ir hacia él y apretarle sus mejillas rojitas— Puedes resfriarte, por favor regresa.
El niño le ofrece un grueso abrigo que lleva entre sus manos y el mayor lo acepta con una sonrisa dulce, encantado por la curiosa preocupación hacia su persona. Ahora que está entre los terrestres, puede vivir en carne propia una de las tantas características que tanta atención le llamó de ellos: La calidez.
—Me gusta el frío—responde tras colocarse la prenda y toma la mano de Jungkook para ingresar juntos a la casa y descubrir que Yoongi se encuentra en la cocina preparando algo que huele llamativamente bien—. ¡Yoongi, que bonito es verte! —lo saluda efusivo y camina hacia él para abrazarlo por la espalda. Le gusta el hombre y, como además se siente agradecido con él, no duda en buscar su contacto físico.
Yoongi, contrario a él, se tensa visiblemente y nervioso deja caer la espátula con la que cocinaba en la sartén.
—Bu-buenos días, Jimin—responde torpemente y se suelta del abrazo para levantar el utensilio—. ¿Por qué se levantó tan temprano? Pensé que le gustaría seguir descansando.
Jimin niega y toma asiento en una silla del comedor. El día anterior, después de haber comido y tomado una ducha, cayó completamente rendido sobre el sillón y no despertó hasta esa misma mañana, todavía más cansado y aturdido que antes. Jamás imaginó que ser humano sería así de desgastante.
—Dormí mucho, jamás lo había hecho tanto—se queja con un mohín, aunque si tiene que ser sincero, le gustó dormir. Por primera vez en toda su existencia, pudo soñar. Fue tan mágico y hermoso que todavía puede sentir que recorre junto a Yoongi los campos de claveles que su mente recreó mientras dormía.
El alfa le sonríe y le acerca un plato lleno de panqueques para después servirle a su pequeño hermano que se ha acomodado muy cerca de Jimin. Por lo que ve, el menor se ha encariñado con él más rápido de lo que previó.
—No se me ocurrió otra cosa que no tuviera carne—dice tímido y se encoge de hombros—. Espero que le guste, no soy muy bueno con los platillos sin sangre.
Jimin le regala una sonrisa cariñosamente agradecida y asiente llevándose un bocado a la boca. Sus mejillas ahora están rellenitas y sonrojadas y Yoongi descubre que no puede apartar la mirada de ese misterioso hombre.
—Ayer ya no me dijiste qué era un omega—dice Jimin con la voz distorsionada por el alimento y acaricia con cariño la nuca de Jungkook quien sonríe alegre por el gesto—. Dices que hace más de cien años que no hay, pero entonces ¿cómo tuvieron a sus cachorros?
—Con humanas comunes, Jimin—el alfa saca de su estante una bolsa donde guarda carne seca y la sirve en un plato que después le cede también a su hermano menor—. Como verá, los hombres no podemos tener hijos a menos que sean omegas, como usted.
— ¿Y cómo sabes que soy uno? —Jimin observa como el pelinegro muerde una tira de carne sin servirla antes en un plato y descubre que realmente ama observarlo. Yoongi tiene los rasgos de todo un alfa, pero sus facciones son finas y sus ojos, amables.
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Luna de plata [Yoonmin].
FanfictionJimin, la luna, desea un hijo de Yoongi, el lobo. ___________ Hermosa portada hecha por @Jiminshiash <3 Inspirada en "Hijo de la Luna" de Mecano. Género: Romance/Drama/Cambia-formas. Mpreg. Historia corta. No adaptaciones ni traducciones :c