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Jimin está mirando fijamente a Hoseok mientras éste coloca un pabellón para cama en la habitación que adecuaron para él. Está hecho con tela tipo malla y es enorme, pero le encanta. Como se acerca el invierno-y hace mucho frío-, no hay mosquitos, pero Yoongi dice que hay otro tipo de insectos que pueden picar su tersa piel por lo que ha querido tomar todas las precauciones necesarias y aparte ha cubierto las ventanas.

Además, también mandó a tapizar el suelo con una alfombra tan felpuda que Jimin siente que sus pies se pierden y se calientan apenas la pisan. Es blanca y él se siente fascinado sólo con verla.

—Gracias por todo lo que estás haciendo por mi—agradece con una sonrisa cuando ve que el beta ha terminado de colocar el pabellón y le extiende la mano para ayudarlo a bajar de la pequeña escalerita que llevó para su labor. El hombre le devuelve la sonrisa y acepta el gesto, sosteniéndolo con su toque calientito.

—Dele las gracias a su alfa, él fue el de la idea—el hombre responde sinceramente y se sacude las manos una vez que está en el suelo alfombrado, dejando de lado las herramientas que usó—. Al parecer no quiere que sufra de frío en este invierno que se aproxima. Dicen que será el más frío.

—Oh, pero me gusta el frío—el peliplateado se enfoca en la mirada cálida del beta y siente como si estuviera viendo a su hermano. Recordando la historia que Yoongi le ha contado la noche pasada sobre la división de almas, piensa que tal vez no esté tan equivocado—. Sabes, te pareces a mi hermano. No físicamente, pero tienes algo de él.

—Eso dicen—Hoseok se sienta en el borde de la cama y se sacude el cabello, como si no pudiera mantener sus manos tranquilas—. Usted se parece a mi hermano menor.

—Eso dicen—Jimin se muerde el labio sintiéndose emocionado y se sienta a su lado, jugando con las esquinas de las mangas de su delgado suéter amarillo—. Quién sabe, tal vez soy la mitad de su alma, como dice Yoongi.

—Tal vez su hermano es mi otra mitad—Hoseok sonríe de oreja a oreja sin dejar de jugar con su propio cabello y también comienza a mover sus pies insistentemente—. Y si es así, soy muy feliz. Es como si... como si la vida nunca me hubiera separado de mi pequeño Jiminnie. Trajo un pedacito de él de nuevo hacia mí.

—Y yo veo en ti un pedacito de mi hermano—el omega sonríe cariñoso—. No entiendo muy bien, quizá sólo fue una coincidencia muy bonita. 

El beta asiente y mira a sus propias manos que juegan nerviosas entre ellas. 

—Lo cierto es que usted se parece mucho a él, con la edad que se supone que debería de tener, como si usted tuviera todos los años que le quitaron... Y yo prefiero pensar que-

Jimin se atreve a tomarle de las manos y las aprisiona contra su pecho. No entiende del todo las decisiones del cosmos, pero las acepta con armonía. Para él, no hay negativo ni positivo.

—Prometo cuidarte, Hoseok—le asegura, sonriéndole con mucho cariño—. La vida te devolverá todo lo que des. Y tu hermano, yo estoy seguro, vivirá eternamente contigo.

Hoseok se le queda viendo perplejo. Abre y cierra la boca infinidad de veces tratando de articular alguna oración de vuelta, pero no puede. Lo único que tiene en su pecho es una calidez tan grande como la bondad que ahora siente venir de Jimin.

—Yo sólo...—Hoseok cierra los ojos y entonces suspira feliz—Prometo ayudarlo en cuanto necesite, Jimin.

Jimin suelta sus manos y asiente de acuerdo. Un trato entre un lobo y la luna es algo que constantemente se da y, aunque Hoseok no sabe que lo está haciendo, Jimin se encargará de protegerlo y cumplirlo.

Luna de plata [Yoonmin].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora