Alfa, omega y... ¿Beta? 【 YM 】

Capítulos 8

Hola bebus, volví akshskdhdsk

— Hey, ya despierta.

— Mmm… cinco minutos más, mami.

— Nada de “cinco minutos más”. Debes ir al trabajo.

— Nooo~

Escuché un leve suspiro exasperado, seguido de como el peso extra de la cama desaparecía. Di por echo que me dejarían dormir tranquilo y volví a acurrucarme en la comodidad de la cama.

Cuando creí que ya conciliaba el sueño de nuevo, una horrible punzada se hizo presente en mi brazo derecho, justo el que dejé afuera de las cobijas.

— ¡AYYY! ¡PERO QUÉ TE PASA! —grité al tiempo que me levantaba abruptamente y sentía como la cabeza me dolía a horrores, dando un quejido de dolor.

— Parecía que no estarías dispuesto a levantarte, y como tenía que suministrarte la segunda dosis del supresor, aproveché para despertarte e inyectarte —sentenció Taehyung en tono neutro mientras guardaba la jeringa en una bolsa de plástico.

— Y ¿no podías darme un supresor en tabletas? —le recriminé hablando con voz ronca y entre dientes.

— No tengo de esos.

— ¡Pues comprate unos!

Él rodó los ojos ante mi comentario. Volví a recostarme en la cama, mientras sobaba mi brazo derecho. Sólo entonces caí en la cuenta de que, primero, estaba en casa de TaeHyung y, segundo, no sabía que había sido de YoonGi.

Y creo que JiMin también se había unido a nosotros. Por lo que ahora tenía a dos personas perdidas.

— Oye, ¿cómo es que llegué hasta aquí? ¿acaso me secuestraste?

— ¿Apenas te das cuenta de dónde estás? —me respondió TaeHyung con otra pregunta.

— ¡Hey! —le señalé con mi mano izquierda— Aquí yo hago las preguntas, secuestrador.

— ¿Secuestrador? —murmuró bajo con su típica cara de poker.

— ¡Sí! —exclamé— Anoche estaba disfrutando de la vida y de pronto ¡Pum! Amanezco en tu cama sin una mínima pizca idea de qué ocurrió o de dónde están mis amigos. Sé que soy irresistible, pero no es excusa para traerme así como así a tu linda morada —dije con voz de dramático.

A TaeHyung siempre le irritó que actuará así, y me divertía molestarlo.

—LuHan —me llamó con voz autoritaria y cara de molesto— Tú y el compañero de JiMin estaban totalmente perdidos en alcohol. Da gracias a que él se tomó la molestia de sacarlos del antro —decía mientras sacaba un poco de ropa de su armario— Y tu celo llegó justo en la madrugada. Si no hubiera ido, te habrías metido en serios problemas. Así que dime, ¿Cuándo vas a madurar y ser responsable de tu vida?

— Madurar es para frutas —contesté mientras tomaba la ropa que me tendía— Y soy lo suficientemente responsable de mi vida.

— ¿Irte de fiesta con un alfa cuando va a llegar tu celo es ser responsable de tu vida?

— ¿Acaso estás celoso, Tae? —le dije buscando molestarlo.

— Luhan… —dijo TaeHyung con su típico ceño fruncido y su ceja izquierda levantada, justo la expresión que tanto me gustaba ver.

— Ya, ya. Tranquilo —dije divertido— Me haré cargo de mi vida correctamente el día que los gatos vuelen, y cuando tu rostro pueda sonreír. Osea, nunca.

— Te crees muy gracioso, ¿no?

— No me creo. SOY gracioso —dije altaneramente.

— Sólo si te gustan los chistes malos…