febrero 8 (tocar su mano)

5 2 0
                                    

-Buenos días
-Buenos días Sempai
-¿Cómo te encuentras hoy?
-Estoy muy bien, gracias ¿qué tal tú?
-¿Ya no lloras?
-Hoy no, hoy me encuentro felíz, ya no lo eh visto y éso me a ayudado bastante, y tampoco eh tomado mi móvil desde ayer
-Qué bonito, ¿quieres ir a comprar algo? Tengo hambre
-Claro, vamos

Salimos del Colegio y fuimos a la tienda, y al caminar, Sempai tomó mi mano.
Al principio fue un tanto incómodo, pues no estaba acostumbrada a tomar la mano de nadie más, pero decidí sólo dejarme llevar, y aunque aún me sentía comprometida con Jorge, realmente ya no importaba ni afectaba nada de mi vida en su vida o biseversa.
Al tomar la mano de Sempai, fue como si algo muy dentro de mí se reanimara; me hizo sentir viva otra vez, y mirarlo, me hacía ver que quizás ésta fase.. No era el fin del mundo. Quizás, era el principio, de un nuevo mundo

-¿Qué hiciste ayer al llegar a tu casa? -dijo mirándome mientras caminaba
-Pues... Estuve con mis papás
-Es un avance que no hables de lo sucedido
-Creeme que me estoy esforzando demasiado
-Te creo -Dijo con una sonrisa muy linda, una sonrisa que se veía tan pura, tan natural, que inconcientemente me hizo sonreír a mí.
-Me alegra -Dije sonriendo
-Qué linda sonrisa

Paré en seco, al escuchar sus palabras algo dentro de mí volvió a la vida, e inundó el buen rato en tragos amargos de tristeza y desolación

-¿Te encuentras bien? -Dijo con su rostro lleno de preocupación

Respiré ondo

-Sí tranquilo, lo siento, es sólo que algo calló dentro de mi ojo
-¿Quieres que te revise?
-No te preocupes, ya se quitará

Continuamos caminando hasta llegar de nuevo al colegio, ahí dentro pasamos horas platicando, dejando pasar las horas.
Me hizo sentir tan bien, que por un momento olvidé todo el dolor que tenía guardado en mi pecho.
Ya no había más dolor, y no salían lágrimas, sólo era yo de nuevo, y sólo por ése instante, logré respirar sin dificultad alguna, logré recordar lo que era vivir sin depender de alguien.

-Creo que debo retirarme -Dije luego de un corto silencio que hubo en la charla
-Correcto, ya es tarde y debes ir a casa a comer algo
-¿Tú no te irás?
-Claro, te acompaño a tú transporte y luego me voy, ¿te parece?
-Depende
-¿De qué depende?
-Hacia dónde vas a ir tú
-Yo voy a San Francisco
-Casualmente puedo tomar mi transporte ahí
-Entonces casualmente puedo llevarte ahí
-Creo que casualmente sí

Caminamos a San Francisco, y Edwin estuvo conmigo en todo momento, hasta que por fin me fui.
Durante el camino me sentí mal, y esque no podía dejar de sentir que estaba haciendo algo terriblemente mal, aunque como ya mencioné, mis decisiones ya no afectaban la vida de Jorge, ni las de Jorge mi vida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 10, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Decirte adiós (74 Días Sin Tí)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora