Matiz

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''En un lugar de mi mente, de cuya imagen no quiero acordarme. Hubo un tiempo en el que habitabas tú.''

La noche recién comenzaba, aun faltaba invitados por llegar... Sarah pasó la mayor parte del tiempo con Gabriel, ambos reían y bebían hablando de cualquier tontería mientras del otro lado de la habitación, en una esquina, Valeria los miraba de vez en cuando, una que otra vez Sarah dejaba a Gabriel por un momento para hablar también con sus amigas en esos momentos Valeria quería acercarse a él y hablar, sin ella notarlo Gabriel también la miraba de vez en cuando, también sentía esa necesidad de querer ir a donde ella estaba y hablarle.

Cuando Gabriel finalmente se decidió a ir a hablarle, Sarah se le acercó y terminó por quedarse hablando con ella, cada vez que hablaban se acercaban más uno al otro al punto de casi besarse... Gabriel sabía que si la besaba ella lo correspondería de igual manera.

- Qué estás haciendo, esto no esta bien... ¿Qué hay de Val? tienes que controlarte - Pensaba Gabriel mientras veía a Sarah.

No negaba que Sarah lo trataba y lo hacía sentir mucho mejor que Valeria, con ella se sentía más cómodo a la hora de hablar y sentía que realmente lo entendía. Pero Gabriel estaba enamorado de Valeria, era algo que rozaba la obsesión, sólo quería estar con ella aunque el quererla lo lastimara.

La noche siguió su curso sin mayor relevancia más que unas cuantas mirabas perdidas, ya estando por terminar la fiesta el padre de Valeria y Sarah llegó por ellas, Sarah se despidió de Gabriel con un abrazo y un beso en la mejilla en cambio Valeria se despidió con un lejano hasta luego. Después de que ambas se fueran Gabriel decidió irse también, ya no tenía motivos para seguir en ese lugar, se despidió de su amigo y se encaminó a su casa mientras pensaba en lo ocurrido esta noche. Se encontraba en un dilema amaba a Valeria, eso era indiscutible, pero al mismo tiempo Sarah lo hacía sentir realmente querido y despertaba en él un cariño un poco más allá que la amistad.

- ¿Qué demonios estás pensando? No puedes tener dudas, tienes que hablar con Valeria y arreglar las cosas, deja de pensar estupideces - Se decía internamente mientras llegaba a su casa.

Al día siguiente se despertó desorientado y luego de varios minutos sentado en la cama decidió tomar su celular y enviarle un mensaje a Valeria, mensaje que no envió, en su lugar decidió escribirle a Sarah para saber cómo estaba.

Pasaron un par de meses, Sarah y Gabriel comenzaron a salir. Valeria no lo supo hasta después de varías semanas de haber iniciado, ella se había molestado con Gabriel al enterarse y dejó de hablarle por un tiempo y era razonable.

Si bien era cierto que todo iba de maravilla entre Sarah y Gabriel, lo cierto es que en el fondo éste se sentía intranquilo, sus sentimientos hacía Valeria no habían cambiado en lo absoluto y no quería hacerle daño a Sarah porque la adoraba y quería muchísimo. Un día decide dejarle un mensaje a Valeria sin esperar respuesta, sentía que necesitaba soltar lo que sentía.

- G: No sé en que momento las cosas se tornaron tan complicadas; un día estaba contigo sentados pasando la tarde juntos y besándonos. Juro que en ese preciso momento sentía que estaba en el cielo, me sentía seguro a tu lado... Luego en un abrir y cerrar de ojos ya no eras tú la que me besaba, ahora era ella la que me decía las cosas que tú solías decirme.

- G: Es tan extraño y tan injusto esto porque cuando la veo, te miro a ti... Cuando la beso imagino que eres tú, incluso cuando cuando estamos acostados abrazados pienso que eres tú la que esta conmigo en ese momento. Se me hace difícil decirle un te amo a alguien que no seas tú, en cambio me salen esos ''te quiero''  forzosamente pronunciados para no hacer tan evidente este dilema.

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