¿Qué es un Alma Gemela? [Larry Stylinson]

V-"Entre memorias y rubíes"

¿Alguna vez te ha enloquecido?
¿Qué tan rápido cambia la noche?
Todo lo que alguna vez soñaste;
Desapareciendo cuando despiertas.
Pero no hay nada que temer.
Incluso cuando la noche cambia
Nunca nos cambiará a mí y a ti.

💚

Actualidad

¿En dónde se había metido?
Esperaba encontrarse con algún clásico banco antiguo en el que daban grandes préstamos y después iban a cobrarte, tal y como había visto en algunas películas; en sus planes nunca estuvo el cruzar por un barrio en el que cualquiera podía fumar, no precisamente cigarrillos, o cargar armas a plena luz del día. Mucho menos llegar a lo que parecía ser una...¿Fortaleza?

Tras darse cuenta del tiempo que llevaba parado frente al auto y de la confundida expresión que seguramente tenía plasmada en el rostro, decidió por comenzar a buscar la entrada del lugar.

Mientras buscaba la manera de ingresar a la propiedad, diviso unas altas torres blancas, las cuales eran resguardadas por una enorme rejilla plateada y con lo que parecían ser varios guardias de seguridad con lentes oscuros que veían hacía el suelo; dirigió la mirada al piso para no llamar la atención y observó una enorme puerta de madera con seis corpulentos y altos hombres con la espalda totalmente recta y una dura mirada fijada en el frente.

Un escalofrío le recorrió en toda la extensión de su espalda, debido a la pesada y peligrosa aura que transmitían los hombres que resguardaban el lugar; dispuesto a irse lo más pronto posible, tomó una bocanada de aire y se encaminó directo hacia donde estaban.

—Buenas tardes... —comenzó a hablar —¿Disculpen?...—al ver cómo los hombres ni se inmutaban de su persona hizo un diminuto puchero inconsciente al notar como estaba siendo humilladamente ignorado, una mueca de confusión se instaló en su rostro pues no entendía la razón de no poder captar su atención, por lo que sin intenciones de molestarlos demasiado, se dispuso a seguir por su cuenta. No tenía tiempo para lidiar con ellos, además, no parecía ser una buena idea siquiera acercarse de más para molestarlos. Comenzó a andar con pasos lentos entre ellos; sin esperarlo los dos más cercanos a la puerta la abrieron y dejaron libre el paso. Aún sorprendido por no haber recibido ningún reclamó departe de los guardias; se dispuso a caminar rápidamente dando un leve agradecimiento con la cabeza, para así, continuar su camino.

Antes de que pudiera procesarlo el panorama había cambiado drásticamente, ya no había ningún callejón sucio o con pintura en aerosol con mensajes dedicados a personas que no conocía.

Ahora había unos preciosos y enormes jardines muy bien cuidados decoraban la vista, se podían observar rosales con tonos rojos, otras rosas y por otro lado blancas. Estaban divididas por secciones las distintas familias de flores, lo noto al instante, pues observo los tulipanes, las peonias, los lirios y muchos más que distinguía rápidamente; las separaciones estaban marcadas por un camino de piedra por el que podrías caminar y deleitarte con aquel lugar. Los aspersores insertados en el piso daban un efecto a los pétalos de estar brillando bajo la caricia de los tenues rayos de sol que comenzaban a salir.

»¿Necesitaran algún jardinero?«

Se preguntó pensando en la posibilidad de llegar a trabajar en aquel lugar rodeado de todas esas hermosas flores.
A la par que caminaba, el repentino dolor y ardor en su frente le hizo salir de sus pensamientos. Había chocado contra una robusta superficie por no estar prestando atención; levantó la mirada para poder ver el obstáculo que se había interpuesto en su camino, dando, con la mirada de un robusto hombre vestido con un pulcro traje negro acompañado con una corbata verde, el pánico se apoderó de él por lo que comenzó a hablar antes de que el contrario empezará y soltará palabras que estaba seguro le harían asustarse.