🌊 Capitulo 3 🌊

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/Yoongi/

Cuando le dije a Seokjin que odiaba salir me refería a salir en general. Pero si me dieran a escoger el lugar que mas odio en el mundo exterior es la playa.

Los padres de Seokjin le habían regalado una casa en la playa cuando cumplió dieciocho y a esa misma casa era a la que me dirigía, odiaba cada aspecto de ella. Hacía demasiado calor para mi gusto y había arena por doquier.

-Llegamos señor.- declaró el taxista que me había traído desde el aeropuerto.- ¿Desea que le ayude con sus cosas?"

Suspiré rendido.- Si, solo con las maletas. Las pinturas y los lienzos me los llevo yo.-

El taxista asintió y comenzó a bajar mis maletas en dirección de la casa, dejándolas Justo en la entrada.

-Muchas gracias.- Añadí sacando algo de dinero de mi billetera.- Tome.

El señor tomó el dinero y se fue dejándome solo en la casa de mi amigo.

-Bueno, esperemos que haya aire acondicionado.- murmuré molesto al entrar.- Calor de mierda, cuanto lo odio.

Aventé todas mis cosas en un sofá cercano y comencé a explorar la casa. Era realmente grande, los papás de Seokjin obviamente tenían dinero, pero no creía que tanto.

-Este baño es del tamaño de mi departamento...- susurré cohibido.- Esa tina del tamaño de una cama matrimonial ¡Maldita sea!

Salí de la casa y irremediablemente quedé sorprendido con la vista. El atardecer era muchísimo más hermoso con el mar al frente, solté un suspiro y me dirigí a lo que parecía ser Un viejo muelle. No había ni un solo barco, por lo que asumí que estaba abandonado.

-Al menos algo bueno salió de esto...- exclamé aspirando todo el aire limpio.- Bastante bueno.

Me senté a la orilla dejando mis pies caer casi tocando el agua y me recosté sobre la madera vieja del muelle.

Cerré mis ojos y caí rendido a los brazos de Morfeo.

🌊🌊🌊

Me levanté de golpe solo para darme cuenta de lo tarde que era. Era de noche y lo único que podía escuchar era el sonido de las olas y...

En la oscuridad apenas pude ver una pequeña silueta en el agua, parecía estar sentado sobre una de las rocas a varios metros de la orilla. Pero lo que más me atrapó fue su voz.

Su voz.

Era hermosa.

Jamás en mi vida había escuchado un sonido más bello. Cualquiera que fuera la melodía se había convertido en mi canción favorita en menos de tres segundos.

Aparte del arte mi pasión era la música y esa voz superaba todos mis estándares más altos.

Me levanté de un salto y me dirigí en dirección a la pequeña silueta cuya voz me tenía hipnotizado.

No podía pensar en nada más.

¿Que me estaba pasando?

Entre más me acercaba, mejor me sentía. Me sentía completo, lleno e inexplicablemente feliz. Como si en la vida no me pudiera faltar nada además de esa voz.

Pero de repente se detuvo.

Con un chapoteo, el chico desapareció y mi corazón empezó a latir con fuerza.

¿Que había sido eso?

Miré a mi alrededor y me sorprendió ver la mitad de mi cuerpo ya dentro del agua.

Sea (YOONMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora