26-*Numero desconocido*

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Cuatro días,  solo faltan cuatro días para graduarme,  estas últimas semanas la pasamos completamente ocupados,  llenos de exámenes y proyectos.  Ahora estamos haciendo un servicio a la institución,  vamos a pintar un mural y arreglar el patio central,  que esta echo un asco.

Estoy con Emma y Kendall buscando las pinturas en el almacén cuando me llega un mensaje,  espero no sea el anónimo.

*Número desconocido: tranquila,  todo se arreglará. *

¿Que?

*Yo: ¿Quien es? *

*Número desconocido: Tu Ángel guardián*

*Yo: Okey...  Al menos que me digas que eres Patch Cipriano esto es psicótico. *

*Número desconocido: Chao princesa*

Y no me contestó más,  realmente no se cuando se volvió de moda ser un anónimo. Es algo escalofriante.  Cambiare de número en cuanto pueda.

-¡Monica!  - siento que alguien me mueve y me encuentro con  Kendall al frente de mi. -Chica,  estabas ida,  vamos que ya conseguimos las pinturas.

-¿Ya las tienen? - le preguntó y en eso aparece Emma con tres botes de pintura.

-No gracias a ti mujer- le lanzo una sonrisa avergonzada y las dirijo una disculpa.

Las tres salimos del almacenamiento cuando recuerdo que en mi casillero tengo un postre que me había regalado Manuel.  Me detengo a medio camino y les digo que se adelante que ya las alcanzaba.

Iba caminado por los pasillos semi vacíos ya que la mayoría están en clase y los de último año están afuera.  Estoy cerca de mi casillero cuando choco con un cuerpo.

-Lo siento,  no quise chocolate.. - levante la vista hacia la persona con la cual choque y mi piel se eriza al ver quien es.  Oh no.

-Vaya,  fue más fácil localizarte de lo que espere- Peter se acerca a mi y yo retrocedo a paso lento - ¿Sabes?  Tu noviecito pensó que una amenaza y algo de tortura me haría recapacitar,  pero se equívoco,  ahora,  estoy del lado ganador.

Peter se lanza contra mi y yo lo esquivo rápidamente le doy una patada en sus partes y salgo corriendo por los pasillos,  veo las puertas de salida no muy lejos pero cuando estoy a punto de tocarla un cuerpo me taclea y me hace alejarme de mi única salida y como yo soy la persona más suertuda del mundo. No hay nadie en el pasillo.

Miro a la persona que me derribó,  no la conozco,  pero parece decidido a detenerme, Peter aparece en mi campo de visión y lo veo cojeando un poco,  algo de orgullo se instaló en mi,  aunque fue sustituido por el dolor en cuanto siento to un ardor en mi mejilla,  el hijo de puta me abofeteó.

-Saquen la de aquí- le ordena al gorila sobre mi y a otro que no se de donde salió.  Estuve a punto de gritar cuando siento que ponen algo en mi boca y nariz.  Eh visto suficientes películas como para aves que es cloroformo.

Aguanto la respiración,  pero un golpe en mi estómago me hace quejarme y absorber algo de la sustancia,  siento mis ojos pesados,  mis párpado se cierran solos aunque intento mantenerlos abiertos,  mis músculos se relajan haciendo que sea incapaz de luchar.  Luego caí,  no se que pasó después,  solo que ví oscuridad. Otra vez.

(***)

POV Gabriel.

Estoy preocupado. 

Mónica no ha salido aún del Instituto,  sus amigas me dijeron  que ella iba a su casillero,  pero ya tarda mucho.

Sus palabras retumban en mi cabeza,  desde ese día no he vuelto hablar con  ella.  Y no es de menos,  fui un idiota con ella,  me deje manipular por mi padre,  chantajear por medio hermano y gracias a eso me gane un lío con Mónica o más bien otro.

Se lo que mi padre quiere, se sobre su trato con Weber aunque el no sepa que yo se.

El quiere que le de un heredero,  Mónica al ser la única hija del matrimonio es primogénita heredera de los negocios de su padre, pero si ella tiene un hijo su padre acordó con su madre que la empresa sería de sus nieto y Mónica se quedaría con los bienes raíces,  el legado familiar ¿eh?

Entonces,  mi padre llegó a un acuerdo,  además de casarme con Mónica, si lograba que ella quedara embarazada ese hijo automáticamente heredaría los negocios y al tener mi apellido,  todo ese poder sería mio.  Hasta que el niño cumpliera 18 o se cambiará el nombre del contrato.

Retorcido y confuso ¿no?

Espere mucho tiempo,  así que decido ir a buscar a Mónica,  entró al edificio y empiezo a caminar por el desolado pasillo,  justo llegando al lado de los casilleros me llega un mensaje.

*Número desconocido:  Ve ayudarla,  salida de emergencia,  camioneta azul oscuro.  ¡Corre!

No me importa de quien era el mensaje solo se que salí corriendo a la salida y no me de tuve. Cuando salí ví como una camioneta salia a todo gas,  haciendo las ruedas rechinar,  corro atrás de ella y se que no lo alcanzare pero logró tomarle una foto a la matrícula.

Mierda.  Secuestraron a Mónica. 

(***)

¡Pla!

Así suena la cachetada que me acaba de dar mi padre al contarle lo que sucedió con Mónica.

-¡Eres un irresponsable!  ¿Como permitiste que esto pasará? - me grita histérico mi padre.

-Padre no creo que fuera...

-¡Callate Aaron!  Este no es tu problema.- mi padre reprende a Aaron solo por intentar defenderme.

Estamos reunidos en la Oficina de mi padre,  Aaron esta sentado en el sofá de cuero con su insoportable mujer al lado,  mi padre esta dando vueltas como un toro embravecido y yo estoy de pie en la entrada con la cabeza agachada y un ardor en mi mejilla.

Se que no fue mi culpa,  pero igual se que pude hacer mas, como buscarla antes cuando note que no salía,  llamarla o no se. Ya les mostré la foto y la mandaron a investigar.  Weber ya sabe sobre el secuestro,  lo tomó relajado pero se notaba preocupado,  esta con Jason y Connor buscando información y las chicas fueron a visitar a alguien  quien les parecía sospechoso. Es un caos.

-No se que rayos paso entre ustedes,  pero cuando traigamos de regreso a Mónica Weber,  no se como lo harás,  pero quiero que ella quede embarazada.  Si tienes que obligarla hazlo. ¿Entendiste? 

Me  tenso al escuchar sus palabras y escucho como Aaron retiene un jadeo.

-Pero padre.. -Intento replicar pero cuando me escucha golpea la palma de su mano contra el escritorio.

-¿Entendiste? - me repite.

Aprieto mi mandíbula y me muerdo la lengua para evitar mandarlo al carajo.

-Entiendo

-Bien,  retiren se.

Todos nos levantamos y salimos de la Oficina,  en cuanto estamos afuera y la puerta se cierra tras nosotros Aaron pone una mano en mi hombro.

-No tienes que hacer lo que te exige. - me asegura- Mónica no es tan fácil y tu no eres tan hijo de puta para obligarla ¿o si?

Miro a mi hermano a los ojos y veo que teme a mi respuesta.

-Entendí.

Con esa última palabra me suelto de su agarre y camino lejos de la pareja. Espero que si la encuentren,  la condenada se escape y se vaya lejos,  muy lejos.

Así no le are daño.

VendidaWhere stories live. Discover now