Capitulo 6: Nat

100 10 0
                                    

Luego de seguir dándole vueltas al momento en mi cabeza volví a la realidad. Eran las doce del medio día, asique fui a darme una ducha para luego ir a almorzar.
No podía creerlo. No me reconocía. Se supone que soy una persona fría, capáz de matar sin sentir nada. Aunque con mis amigos siempre fui abierta nunca había sentido esto. Ni siquiera hace unos años, cuando creí que me gustaba Bruce mis sentimientos se desbordaron de esta manera. Creo que lo que pasó con Banner fue que bajé la guardia, confundí las cosas. Ahora me encantaría robar unas partículas Pym, volver atrás y evitar lo que pasó con el.
No sabía qué ponerme. Sabía cómo seducir a la perfección, pero con Steve no podía. Si hacía eso parecería que quería sacarle algo, engañarlo, o cosas por el estilo, asique opté por ponerme unos leggins negros clásicos que resaltan mi cintura, una remera en escote v negra y una campera de cuero también negra, para no perder la costumbre. No pude evitar no cerrarla hasta arriba, para que asomara y se viera mi piel, supongo que de una forma u otra ese es mi estilo. Por último me puse unos botines bajos para estar cómoda.
Me dirigí al comedor central, donde se supone que tendríamos que almorzar todos juntos. De camino pasé por la habitación de Wanda y pensé en entrar para acompañarla, porque sabía que no lo estaba pasando bien.
Golpee la puerta y enseguida me abrió.
-Hola- le dije- Pasaba para ver como estabas.
-Nat, qué lindo verte- me dijo- no te quedes en la puerta ven.
me invitó a pasar y nos sentamos en unos sillones que tiene en su cuarto.
-Me hace muy feliz verte- le dije- fue muy duro perderte esos años.
-no puedo creer todo lo que pasó- me dijo- aún me cuesta procesarlo.
-Espero sepas que estoy para lo que necesites-le dije de forma dulce.
-gracias-me dijo- pero dejemos de hablar de mi. Pasaron 5 años ¿de que me perdí?
- No pasó demasiado. La verdad fue muy difícil para todos. Nos separamos, Clint no pasó un buen momento y se desquitó de la forma equivocada, Tony formó una familia y tiene una hija preciosa, su nombre es Morgan y seguro vas a conocerla hoy. Thor se deprimió muchísimo y se dedicó a engordar y tomar cerveza jugando a los videojuegos, así que si hace algún comentario fuera de lugar no te preocupes, estará bien. Scott volvió del mundo cuántico, donde descubrió que podíamos usar partículas Pym para viajar en el tiempo, y Bruce fusionó a Banner y Hulk en una misma persona.
-Esa es mucha información- dijo Wanda- pero ¿qué pasó con tu vida?
-Steve y yo nos quedamos a cargo del lugar. El estaba devastado, había perdido a Sam y a Bucky y yo a Fury. Un día estábamos hablando y llego Scott con la solución, asique nuestro trabajo fue volver a reunir a los Avengers que quedaban.
-Romanoff-dijo Wanda- Te conozco bastante bien, lo último que recuerdo antes del blipp es que habías pasado dos años con Steve, y ahora me cuentas de otros cinco. ¿Que hay entre ustedes?

Me sonrojé. Me había descubierto.
-Clint va a matarme, porque ni siquiera él lo sabe, pero tienes razón. Me gusta.
-hacen muy buena pareja-me dijo alegre- no sé qué estás esperando para decírselo.

-Wanda, anoche nos quedamos dormidos en el living, a la mañana me llevó a mi habitación y se quedó conmigo. Esta mañana casi nos besamos, pero luego apareció Sam. El punto es que no se si le gusto. Tampoco soy su tipo, somos demasiado diferentes. El hace su trabajo para salvar al mundo y yo en cambio soy un monstruo.
-No digas eso, quizá en el pasado cometiste errores, pero ahora cambiaste. Si te sirve de consuelo recuerda cuando me encontraron. Yo también trabajé para los enemigos. Hay otra cosa que tengo que decirte, hoy hablé con Sam, que por cierto va a matarme por contártelo, pero me pidió que averiguara si estabas interesada en Steve, porque él le confesó que le gustas pero no sabe que tiene chances.
-Me tomas por sorpresa- le contesté atónita-¿ahora que se supone que hago?
-Lo primero es actuar con normalidad, y lo segundo es nombrarme a mi dama de honor para su boda.

Le lancé una mirada de odio a Wanda, y las dos comenzamos a reír.
-Vamos al comedor- le dije.
Llegamos, a lo lejos ya se podía percibir un ambiente alegre.
Steve estaba charlando con Sam y Bucky, Tony estaba con Pepper, Morgan y Peter, que ya parecía su hijo, Bruce estaba cocinando con Scott y Clint estaba con su esposa e hijos, que en cuanto me vieron corrieron a saludarme.
Luego de todo ese torbellino de amor me acerqué a Clint, que no alcanzó a saludarme y ya preguntó:
-¿vas a contarme de quien se trata?
-Luego- respondí haciéndome la misteriosa.
Bruce nos llamó para que nos sentemos, Nebula y Rocket fueron a buscar a Thor, que estaba en su habitación lo más lejos del alcohol posible y el resto comenzó a buscar un lugar. Wanda me hizo señas para que me sentara a su lado, y accedí. A mi izquierda quedaban tres lugares vacíos. Clint estaba por ocupar uno de ellos cuando Sam lo empujó disimuladamente y le sugirió a Steve y a Bucky que se sentaran allí.
Sam logró su macabro plan, y por "casualidades del destino" Steve quedó a mi lado.
Pude notar como Wanda le guiñaba el ojo a Sam.
-No le digas- le susurré a Wanda- Yo me encargo.
-Está bien- me dijo ella riendo.
y acto seguido le hizo a Sam un gesto para que hiciera silencio.
Bruce llegó con el almuerzo. Fue muy tierno ver como los hijos de Clint y Morgan charlaban.
Estábamos todos otra vez, pero el más feliz era Peter, que no podía creer que era un avenger y que las papas que estaba comiendo las había hecho Hulk.  
Fue un almuerzo animado, cuando terminamos salimos al patio para disfrutar el sol de la tarde. Los niños corrían, Rocket molestaba a Bucky porque estaba obsesionado con su brazo y Wanda hablaba con Peter de lo que se sintió el Blipp.
Me senté en un pequeño banco a observar a los niños. Que bello hubiera sido tener una infancia como la de ellos, pero en este momento de mi vida ya no podía dejar que mi pasado me atormentara.
-¿ Puedo?- me dijo Steve señalando al lugar que quedaba vacío a mi lado.
- Claro- le contesté.
La tensión se sentía. Ninguno sabía qué decir.
-¿En qué piensas?- me preguntó.
- Un poco en mi pasado, pero también en el futuro.
- El futuro- me dijo-hum, ¿Que te preocupa de tu futuro?
- No se si son preocupaciones, pero ver esto de los viajes en el tiempo me puso a pensar sobre el futuro. Creo que todo el mundo me ve como una persona fría, incapaz de amar o incluso sentir, pero eso no es así, a mi me encantaría formar una familia.
Agaché la cabeza, pero pude sentir como su mano se acercaba a la mía.
-Todo esto de los viajes en el tiempo nos puso sensibles a todos- dijo después de un largo silencio-creo que nos sorprendió el hecho de encontrar una forma de cambiar todo eso que no nos gustaba, pero luego nos desilusionamos al enterarnos de que no se puede cambiar el pasado. 
-¿Qué cambiarías de tu pasado?- le dije para animar un poco la situación.
-Definitivamente a Sharon- dijo riendo.
-Y yo a Bruce, bueno y algunas cosas más- le dije también entre risas.
-Gracias- me dijo- Pasaron tantas cosas, pero fuiste la primera en estar a mi lado para apoyarme. Me ayudaste a desenmascarar a la organización para la que trabajabas, revelaste tu pasado al mundo, casi mueres un montón de veces por salvarme, y nunca te fuiste porque pasó mucho tiempo, pero no te alejaste.

Nos miramos un largo instante y finalmente lo besé, o bueno, me besó, o mejor dicho, nos besamos.
Mi estómago iba a explotar. Era algo que había hecho tantas veces, pero al mismo tiempo se sentía tan diferente. Ahora era real, no era una misión, no quería robarle información ni generar una distracción.
-¿de verdad quieres esto?- me pregunto sonriendo.
-Puede que parezca dura, fría, sin sentimientos, pero tengo un corazón Rogers.
-Tendría que habértelo dicho antes, sabes que la sinceridad es lo mío- dijo riendo- pero desde las escaleras de aquel centro comercial no podía pensarte como una amiga.
-Te dije que después de todo no te sentías tan incómodo- agregué riendo.
-¡Tía Nat!- dijo Lila, la hija pequeña de Clint- Construimos una cueva secreta para proteger a Nathaniel de los malos- dijo refiriéndose a su hermano bebé.
-¡Que suerte tiene! Tiene unos hermanos maravillosos- le dije.
-¡Tienes que venir a verla!- me dijo emocionada.
-Está bien- le dije.
Me levanté del banco, Steve acto seguido me imitó, me tomó de la mano y fuimos caminando a ver lo que habían hecho los niños.
Llegamos y para nuestra sorpresa junto a la pequeña fortaleza que habían hecho los niños estaban Clint, Wanda, Sam y Bucky, todos mirando nuestras manos entrelazadas. Wanda y Sam comenzaron a reír.
-Te dije que lo lograríamos- le dijo Sam a Wanda.
-Lo que no pensé es que fuera tan rápido- contestó ella.
-¿Hay algo de lo que tengamos que enterarnos?- dijo Clint refiriéndose a él y a Bucky.
-Respecto a esa charla que tuvimos anoche- le dije- no pensé que saldría bien asique no termine de contarte.
-En mi defensa- dijo Steve mirando a Bucky- No quería contárselo a Sam, él lo descubrió solo.
-Estoy realmente ofendido- dijo Clint bromeando- Después de tantos años por fin te enamoras y no me lo dices. Pensé que desde Budapest nos lo contabamos todo.
-No quería hacerme falsas ilusiones- le contesté.
-¿Ya tienen fecha para la boda? -dijo Wanda riendo- porque exijo ser su dama de honor.
-¡Sobre mi cadáver!-gritó Clint- yo voy a ser la dama de honor.
Todos estallamos en risa y la discusión continuó un rato más, aunque estaba tan feliz que no podía concentrarme en ella.

Romanogers: una historia, dos miradas, mil posibilidades Donde viven las historias. Descúbrelo ahora