Capítulo 2

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Rápidamente me alejo.

Voy nuevamente al piso superior. Con la mayoría de personas que solo conozco el nombre.

Apoyados sobre el barandal están mis primos. Verania y Jheison. Cuando término de subir la extensa escalera me acerco y pregunto qué tanto miran.

En ese instante Verania baja y va directo a él, a la persona que me presentó mi prima.

Mi subconsciente me regañaba. Soy una tonta dije para mis adentros. Cómo pude estar tan cerca de él y no preguntarle su nombre. 

Pregunté a Jheison que tenía pensado hacer ella. El me respondió que hicieron una apuesta de quien invitaría a ese muchacho misterioso a subir y quién sabe, tal vez hasta bailar me contestó.

Mis pensamientos me jugaban en contra, por un segundo llegué a imaginar que podríamos bailar juntos. Enseguida la realidad me despierta de mi ilusión. Mi prima, Verania se acerca sola, por un momento me alegro, él no se atrevió a venir con ella.

Después de unos minutos veo a Jheison en el piso de abajo, sentado a su lado charlando, yo sólo quería saber de que tanto hablaban.

En eso mi prima se voltea a verme, me pregunta en que tanto pienso y me limito a contestarle.

___¿ De qué hablaron? ___ pregunté.

___ Sólo le pregunté si quería subir___ me respondió.

Todo pasa tan rápido. Vuelvo mi mirada hacia bajo y veo a mi primo volviendo hacia nosotras. Pero el no volvió solo, lo seguía él.

En ese momento me apuro a preguntarle a mi Verania el nombre de ese ser tan extraño, extraño para mi, en un buen sentido.

___ Se llama "Bruno"___  Creó que es el ahijado de tío Alberto, respondió.

Mi mente vagaba en un mundo de pensamientos, unos segundos bastaban para imaginarme mínima mente como sería.

En eso llega Jheison junto con él. Nos presenta, sin saber que ya lo hicieron. Lo invita a entrar a la discoteca a bailar con nosotros (ellos mejor dicho). Yo solo estaba sentada con Verania y Maria, mi otra prima. Las tres veíamos como muchas chicas bailaban, o se ofrecían, como yo lo llamaba. Ahí adentro hacía mucho calor, se sentía la necesidad de sexo de algunas personas.

Doy vuelta a mi izquierda y veo a mi primo Jheison bailando con una vieja amiga.

Me pregunté dónde estaría él. No me acostumbraba a su nombre, pero me gustaba, Bruno...

Y ahí estaba, tan sólo a tres asientos de mi. Lo miraba encantada, hasta que note que estaba hablando con alguien,  una chica alta, delgada, con un vestido ajustado de un azul brillante.

Diario de una adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora