Diario de una adolescente

Capitulo 6

Llegando a casa, todos estabamos tan agotados que no sentiamos ni los cabellos. Lo unico que queria hacer era tumbarme en la cama y lograr soñar con el atractivo muchacho de esa noche.
Tube que ducharme ya que baile mucho y me dolia todo el cuerpo, despues de todo la ducha me relajo bastante y me ayudo a pensar mucho mejor en todas las cosas que me habian pasado esa noche:

-Ver a toda mi familia reunida sin pelearse.
-Sacar el anillo de las cintas.
-Agarrar tantos dulces que hasta tube que darle a mi hermanita menor.
-Tomar algo de alcohol sin que me digan nada.
-Disfrutar de estar con mis primos y bailar con ellos.
- Y por ultimo, pero, para mi lo más importante, poder bailar con el chico mas hermoso de toda la fiesta y por sobre todo, poder oler ese aroma de su perfume mesclado con el jabon de su piel.
Caí, rendida sobre las frescas sábanas color lila, soñando con fuerte brazos, una mandíbula bien definida y con unos ojos color café que se pasaban de este mundo.
***
Desperté sobresaltada por un sueño muy raro. Sobre bailes y cuerpos bien definidos, y luego estaba yo, una chica algo robusta y curvilínea, con el pelo hecho un desastre siempre y un carácter muy difícil, siempre he preferido un buen libro a socialisar.

--Es lo más obvio del mundo--
dijo una de las chicas perfectas, perfecto cuerpo, perfecta ropa, perfecta sonrisa, y sobre todo Perfecta.

--- Alguien como él nunca se fijaría en una rata de biblioteca como tú, cariño---
me miraba a los ojos mientras lo decía, sus palabras, las más escrutables e hirientes que alguien me ha dicho, y eso que me han insultado bastante. Lo que me pareció más extraño era que nunca me había importado lo que decían de mí, pero hablaba de él, de Bruno, y me decía que no tenia oportunidad, eso me lastimaba y mucho.
Me levanté al baño y me pegue un susto de muerte al ver a mi hermanita menor dentro, se estaba cepillando sus pequeños dientecitos. La imagen me causaba risa, ya que no alcanza el lavamanos y sólo eso bastó para olvidarme se la horrible pesadilla.
----Emm, hola---- murmure.
---Hola--- responde ella, pero logro entenderle después de un momento ya que tenía la boca llena de pasta de dientes.
Sonrio y salgo del baño a esperar que termine.
Ya todo lavada y cepillada voy a la cocina a prepararme algo de comer.
Abro la heladera y me quedo unos segundos mirándola, no hay nada que me apetezca en éste momento, creo que desayunaré luego.
Salgo al patio trasero y respiro el aire húmedo pero no sofocante que hay fuera, es divino, me encanta cuando sopla una fresca brisa.
Por un momento recordé cuando íbamos en el auto, su saco, su aroma, él.
--- Ashh ya sácatelo de la cabeza, solo te lastimara--- me digo a mi misma, ya pasará....