Diario de una adolescente

Capítulo 3

No puedo negar que sentí algo muy extraño en ese momento, y ese "extraño" no me agradaba para nada.

De repente lo veo levantarse y hacer un gesto a la chica, como invitándole para bailar.

En eso miro a Verania y hacía lo mismo sólo que conmigo. Me dió algo de risa al principio, pero luego pensé, vine aquí para divertirme en el 15 de mi prima, así que bailaré hasta cansarme, no importa con quién.

Mientras bailabamos una música bien movida, me dio mucha sed. Salí un rato para buscar algo de beber.

Cuando giré vi a Bruno "bailando" con esa chica, digo "bailando" porque ni siquiera se miraban, estaban los dos parados semimoviendose al ritmo y ambos con sus teléfonos celulares. Me parecía ridículo.

No me preocupe y recordé lo de divertirme. Salgo a la libertad y el oxígeno del piso superior, ahí adentro sólo se respiraba adrenalina y deseo.

Veo al "amigo" de Ana Belén. Le pregunto que le parece la fiesta y que estaba haciendo tan solo. Le invito a volver a la discoteca y sé bien hacia donde llevarlo, sí, directo para que baile con mi prima, con Ana.

Luego vuelvo con Verania, estaban todos mis primos y primas bailando eufóricos en una esquina.

No tan lejos de ahí estaba él, "bailando".

En eso viene mi tía, le digo tía porque es una buena amiga de la familia, y le dice a la chica que es tiempo de irse a su casa, ya que eran casi las 00:00 hs. Sabía que la conocía de algún lado, lo presentía, sabía que nunca llegó a agradarme, y desde ese momento mucho menos.

Me sentía de verdad muy extraña pero trate de disimular un poco, aunque era evidente.

Después de eso, Verania lo invitó para que baile con ella. Eso me puso aún más extrañada.

Yo bailaba con Moisés, otro de mis primos. Él, al ver como Verania bailaba un tanto exagerado diría yo, la estiró hacia el para que bailen juntos.

En ese momento nos quedamos sin pareja ambos.
Bruno  y Yo....

Me extendió su mano, como invitándome a bailar con el. Sentí en mi cuerpo una especie de tensión, ninguna de mis extremidades me obedecían por completo, pero logre reaccionar y le dí mi mano.

No pasaron ni tres minutos de que me agarrara y ya sentía una conexión.

Era muy divertido y disfrutaba mucho bailando con el.

Sin darnos cuenta, el tiempo pasaba volando y ya eran las 1:30 de la madrugada.

Tenía mucha sed, y me daba cuenta de que él también. En eso me mira y me pregunta.

____¿Quieres tomar algo?____

Mi boca estaba demasiado seca como para responder, pero logre responder sonando no tan diferente.

____ Si, claro.____

Eran tan solo dos palabras, pero me costó mucho no parecer nerviosa ni nada.

Cuando salió para buscar algo para beber. Verania, la extrovertida Verania, atacandome con preguntas.

Estaba tan sedienta que no podía responder pero alcance decirle que estuvo bien.

Me dijo que nota cierta conexión, pero no me hago tantas ilusiones, aunque ella sabía que lo estaba pensando.

___ Bailan muy bien juntos___ me dice.

Eso era cierto, él es un buen bailarín, y eso me gustaba.

Luego lo veo entrar nuevamente por las puertas de vidrio oscuro y con dibujos de los setenta u ochenta por ellas. Se veía muy atractivo, noté que ya no traía saco ni corbata, estaba con la camisa aflojada y, de hecho, muy sexy.