~Que soy~

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Desperté en mi habitación, me dolía la cabeza y el cuerpo, gire mi cabeza buscando el reloj 10:15 a.m. Diablos había dormido casi un día completo, quizá por eso me sentía tan mal.
Me quedé sentada en la cama, sentía como si estuviera olvidando algo.

¡Toc, Toc!

-Adelante

-Sunna, mi vida qué bueno que despertaste, ¿dormiste bien?

-Si abuela, dormí casi 24 horas.

Mi abuela se quedó mirandome fijamente y su expresión cambio a ser algo entre preocupación y miedo.

-Sunna... Que has hecho...

No entendía que era lo que trataba de decirme mi abuela, de la nada me tomo del brazo y fue cuando me di cuenta que tenía un símbolo marcado en él.

-Estas maldita Sunna, maldita.-dijo mi abuela mientras las lágrimas caían sobre sus mejillas.

Retire mi brazo bruscamente-Me asustas.

-ay Sunna, tu madre y tú nunca debieron venir aquí-dijo mi abuela mientras se marchaba de mi habitación.

Salí a tomar aire fresco todo era tan extraño, no recordaba casi nada desde el accidente, y las palabras de mi abuela sonaban fuertemente en mi cabeza, maldita, estoy maldita.

****
Mi abuela como todos los días salio temprano de la casa, y mi madre ya se había ido a trabajar, así que me dispuse a ir a la escuela pero envés de tomar el autobús decidí caminar, vaya que lo necesitaba había sido una semana muy pesada. Iba caminando y de repente me pareció ver a Oddi entre el bosque.

-¡Oddi! Corrí hacia donde estaba lo más rápido que pude pero cuando llegue no había nada.

*****
Cuando llegue a la escuela, me la pasé casi todo el día buscando a Anna pero no la encontraba por ningún lado.

-¡Hey! Espera, espera,-gritaba mientras corría -tu eres el que evitó una riña entre Anna y yo, pero nunca te había visto por aquí - dije mientras trataba de recuperar el aliento.

Se limitó a examinarme, y luego tomo mi mano, -¿Sabes que significa este símbolo Sunna?

-¿Que estoy maldita?

Se quedó callado por un minuto pero a mí me pareció una eternidad.

-Si, así es, lo estás, espero que encuentres a Oddi antes de que eso te encuentre a ti primero.

-¿Eso?, De qué hablas.

-No conoces la leyenda de este pueblo cierto, por tu cara asumiré que no. Es una leyenda en la cual se dice que estas tierras eran tan áridas que nada de lo que plantabas vivía, nada crecía y los animales morían, los humanos desesperados le pidieron ayuda al brujo del pueblo y este les dijo que dierán su alma a los demonios a cambio de aquello que más deseaban, la gente desesperada hizo aquello que el brujo dijo, Al inicio la tierra floreció y la vida pudo prevalecer pero cuando llegó la cuarta luna llena del año, todo se oscureció y aquellos aldeanos que estaban marcados con el símbolo que tienes en el brazo murieron. -Pero no creas todo lo que te digo son leyendas y quizá nisiquiera sucedió.

-¿Tú lo crees?-dije tratando de ver su rostro y para mí sorpresa sus ojos ya no eran negros, estaban de un azul tan claro como el cielo.-Tu..tus ojos...ya no están...

-¿negros?- dijo mientras se agachaba para estar a mi altura y que pudiera verlos de más cerca.

En sus ojos pude apreciar almas en pena que gritaban y sufrían, me caí de la impresión, quería correr pero mi cuerpo no respondía solo estaba ahí tirada en el suelo y temblaba.

-Te diré una cosa,Sunna, los demonios existen, y no aceptan cualquier tipo de alma, así que para el que te puso ese símbolo debes ser muy valiosa.

*****
Cuando regrese a casa aún estaba en shock y es que desde el accidente todo se había tornado muy escalofriante.

-Sunna necesito hablar contigo.

-Ahorita no puedo abuela, no me siento bien.

-Respecto a eso que traes en el brazo.

Me cayó como un balde de agua fría, no quería saber más al respecto, solo quería subir a mi cuarto y encerrarme pero al parecer mi cuerpo si quería saber porque sin darme cuenta ya estaba sentada frente a mi abuela esperando pacientemente que hablara.

-veras Sunna, creo que debí a verte contado esto antes y quizá se habría evitado todo esto, lo lamento tanto cariño. Verás cuando llegue a este pueblo conocí a tu abuelo, y quedé fascinada con el, lo conocían por a ver salvado a este pueblo de morir de hambre, pero luego las personas comenzaron a morir y a tu abuelo lo quemaron en la hoguera por brujo, yo logré escapar y me escondi por mucho tiempo en el bosque hasta que asumí que las personas ya no me reconocerían ni se acordarían de mí, tu madre, antes de casarse con tu papá tenía un novio aquí, yo no tenía idea de que era un Demonio hasta que Vi sus ojos, y Vi todas aquellas almas que había robado, fue por eso que mande lejos a tu madre pero jamás me imaginé que regresarían a este pueblo maldito, Sunna así como hay demonios también hay luz, y es lo que eres tú, la marca que ya hace en tu brazo es el símbolo de la muerte, ofreciste tu alma por salvar un simple mortal.

-¿Simple mortal?-dije sin entender nada.

Sunna tu eres un ángel, como yo, naciste con el aura pero solo es visible para las personas como nosotros y para los demonios, ¿Crees que el accidente realmente fue un accidente?, No Sunna ellos querían tu alma, no les importa Oddi, te quieren a ti.

-¿Y que se supone que debo hacer abuela?

-Iras al limbo, y buscarás a Oddi antes de que la cuarta luna llegue.

-¿Tú irás conmigo?

-No puedo cariño, solo pueden entrar al limbo aquellas personas que tienen experiencias cercanas con la muerte o están apunto de morir.

-¿Y con esto recuperaría mi alma?

-Si, pero no será nada fácil Sunna, deberás ir al bosque donde sucedió el accidente, pero ten cuidado con aquellos cuyos ojos son tan oscuros como la noche-Dijo mientras me ponía un amuleto en las manos.

Once Upon a time an angel and a Devil fell in loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora