Once Upon a time an angel and a Devil fell in love

~Cuando la realidad ya no parece real~

Extracto del diario de Sunna

Después de la separación de mis padres y el mudarme a Islandia, me tenían muy desorientada, sentía como si mi vida no tuviera sentido, hasta hoy que conocí a Oddi, y es que como es posible que una persona pueda hacerte sentir tan bien, como si todo lo que siempre habías necesitado era estar con el.

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Veníamos por la carretera de regreso de nuestra salida, yo me encontraba atónita, jamás imaginé el poder apreciar la aurora boreal, era un paisaje tan mágico y a la vez tan irreal, de hecho toda Islandia lo era, el camino de regreso daba un aspecto algo tenebroso, eran kilómetros y kilómetros de pinos iluminados por el resplandor de la motocicleta de Oddi y la luna.

-¿Todo bien Sunna?- Pregunto Oddi mientras disminuía la velocidad para poder escucharme.

- Sí, solo estaba disfrutando de todo esto, el paisaje y...

Oddi freno de golpe, tratando de evitar un antílope que se había atravesado en nuestro camino, pero por lo resbaloso de la carretera perdió el control de la motocicleta yendonos directo hacia los pinos, luego solo hubo silencio y oscuridad.

Desperté desorientada, la poca luz de la luna que podía pasar a través de los pinos no me ayudaba a saber dónde me encontraba y tampoco recordaba que había sucedido, pero me dolía todo el cuerpo, quise levantarme y sentí como algo caliente bajaba desde mi abdomen, no podía ver qué sucedía asi que me lleve las manos al abdomen y sentía un olor a óxido combinado con el olor a gasolina y pino, tenía atravesada una rama. En ese momento empecé a sentir como la vida se me escapaba, fui conciente de lo que estaba pasando y recordé lo que había sucedido, Oddi...

-¡Sunna!, ¡Sunna! - se escuchaba a lo lejos.

Yo quería gritar, pero el sentir como mi sangre bajaba y el saber que posiblemente moriría ahí en el bosque me tenía en shock.

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Desperté en una cama de hospital, lo único que recordaba era haber estado en el bosque creyendo que iba a morir y ahora, como llegué hasta aquí.

-¡Sunna!, Oh Sunna, cariño que bueno que ya despertaste , tu abuela y yo estábamos tan preocupadas.

-¿Mamá?- dije con un hilo de voz

-tranquila mi vida, todo va a estar bien, perdiste mucha sangre necesitas descansar, iré por el doctor para informarle que ya has despertado- dijo mientras me daba un beso en la frente.

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Tras una semana internada, al fin me dieron de alta, en esa semana Oddi nunca fue a visitarme y tampoco mi madre ni mi abuela lo mencionaban, cada vez que yo preguntaba por el cambiaban el tema; Asumí que quizá debían de estar molestas por lo sucedido y no querían que se acercara a mi, pero los accidentes suceden, no fue culpa de Oddi, además quería saber si el estaba bien.

Le mandé mensajes a Oddi, fui a su casa y nada, no lo podía encontrar por ninguna parte y nadie me decía nada de él.

Cuando al fin pude regresar a la escuela, en lo único que podía pensar era en Oddi y en enfrentarlo y pedirle una explicación por desaparecer se y no responder mis mensajes ni ir a visitarme, pobre Oddi se debe sentir tan culpable, pensé.

-¡Anna! Qué alegría me da verte, no has visto a Oddi no lo encuentro por ningún lado.

Anna esquivo mi abrazo antes de si quiera poder tocarla, y me lanzo una mirada fulminante.-¿Que acaso no lo sabes?, ¡Por Dios, Sunna acaso no sabes!

-Saber que Anna , me estás asustando.

-Nadie sabe nada de Oddi desde.. desde.. -sus ojos se llenaron de lágrimas.

-El accidente- termine la frase.

-¡Y todo es culpa tuya, tu eres la culpable de que Oddi no esté aquí, tu, tu , solo tú,- repetía Anna mientras me sacudía bruscamente.

-Anna, déjala en paz, - Dijo un muchacho alto, con unos ojos y un cabello tan negros como la noche, nunca lo había visto por los pasillos- Ella no tuvo la culpa, fue un accidente solo eso, tranquila ya lo encontraremos-dijo mientras apartaba a Anna lejos de mí.

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Llegué a mi casa y para mí suerte no había nadie, pero todo era tan confuso porque mi madre y mi abuela me habían ocultado la desaparición de Oddi, no tenía sentido. Por otro lado nunca había conocido a los padres de Oddi y cuando había ido a su casa a buscarlo nadie abría, ¿Acaso Oddi vivía solo?, Tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas.

-Hija, ¿Estás en casa? - escuché que me hablaba mi madre desde la sala.

No respondí, después de lo que me dijo Anna, y el hecho de saber que Oddi podría estar allá afuera herido y solo con frio, oh peor aún muerto, se me helo la sangre con el último pensamiento.

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Me desperté acelerada y sudando, el reloj marcaba las 2:45 a.m, y es que desde el día del accidente no puedo dejar de soñar una y otra vez lo sucedido y luego nada, hay algo que está bloqueando mis recuerdos, solo escucho la voz de Oddi gritando mi nombre a lo lejos y luego nada, no puedo recordar nada.

Me levanté, baje a la cocina por un vaso de agua y Vi una luz encendida en la casa de Oddi, no lo pensé 2 veces y fui directo hacia su casa esperando encontrar respuestas.

Toque y toque pero nadie abría, así que fui a la puerta trasera y quebré una ventana con una piedra. Sabía que en cualquier momento podría llegar la policía y llevarme presa por allanamiento pero era un precio que estaba dispuesta a pagar por el hecho de encontrar respuestas hacerca del paradero de Oddi.

Nunca antes había entrado a la casa de Oddi, no tenía casi muebles, ni fotos ni nada, se veía vacía, subí por las escaleras, había un cuarto con la puerta entre abierta por donde la luz del interior del mismo se reflejaba, abrí la puerta lentamente, sentía como mi respiración era cada ves más rápida y mis manos temblaban.

-Anna-Dije casi sin aliento.

La habitación estaba iluminada por una infinidad de velas, y garabatos en las paredes, era un escenario tétrico. Quería correr pero mi cuerpo no respondía, así que me quede petrificada en la puerta.

Anna se giró hacia mi, su mirada era otra, sus ojos color miel se habían tornado en un negro tan oscuro, me recordaron a los ojos del muchacho que la separó de mí en la escuela esa misma tarde.
Anna me esboso una sonrisa tan grande que podía apreciar todos sus dientes, sentí tanto miedo pero mi cuerpo por alguna razón no se movía.

-¿Una vida por otra vida, Sunna?-Dijo Anna con una voz que me provoco escalofríos.

-No te entiendo.

¿Estarías dispuesta a dar tu vida, por traer a Oddi de vuelta, Sunna?

-S-Si-Dije tartamudeando.

Empecé a escuchar como crugia el cuerpo de Anna como si sus huesos estuvieran fracturandose, su sonrisa se hizo más grande y sus ojos estaban completamente negros, en ese momento me percate que su cuerpo aún apuntaba en dirección opuesta a mi, solo había girado su cabeza y el crugir que se escuchaba eran sus piernas, se habían acomodado de tal manera que aunque su cuerpo me daba la espalda su cara y sus piernas habían quedado al frente, era un escenario tan aterrador, era como si la persona que estaba enfrente mío se hubiera transformado en un demonio.