Nadie quiere vivir en un país donde el cielo es siempre gris y dos veces por semana las tormentas amenazan.
En donde las calles son un laberinto, las plantas están marchitas y sólo hay casas abandonadas.
No hay quién soporte las bajas temperaturas y los recuerdos que caen con cada gota de lluvia.En donde las ciudades son de papel, tan frágiles que el viento las suele volar.
No hay quién las haya visitado y quiera regresar.Nadie quiere vivir en un país en proceso de destrucción que del mundo se apartó y del mapa se borró.