Antes cuando solía estar triste
Mis oídos sabían como consolarme
Pidiendo melodías que me sacarán lágrimas o sonrisas
Ambas me ayudaban a liberar todo lo que alguna vez supe guardar
Luego cuando solía estar triste
Mis manos sabían como consolarme
Escribiendo historias o leyendo otras
Ambas me ayudaban a escapar de la cruel realidad
Ahora cuando suelo estar triste
Mi cabeza sabe como torturarme
Intoxicandome con recuerdos o sentimientos
Ambos tan lindos pero pasados que me destruyen por completo.