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Yoongi caminaba por las frías y oscuras calles de Chicago. Llegó a su tienda favorita; la de comida y empujó la puerta de vidrio, con la mirada fija al chico de cabello castaño que se encontraba detrás de la caja.

—¡Hey! Yoongi, ¿Dónde habías estado? —preguntó el castaño.

—Apenas he terminado de reescribir el caso de un tal Park. —caminó hacia él y se subió en el taburete con los codos apoyados en la gran barra que había. —¿Y tú? ¿Dónde está Taehyung?

—Ha estado enfermo, lleva dos semanas que no viene a trabajar y tampoco responde su teléfono. —Yoongi arrugó el ceño. —¿Lo mismo de siempre?

—Sí, pero le quitas el jamón la carne. Es una idea asquerosa.

—Gracias, no soy bueno cocinando. —le regaló una sonrisa hipócrita y le dio la espalda para cocinar lo que Yoongi le había pedido.

—Por cierto..., Taehyung me dijo que regresaba a Texas. Quizá por eso no contesta. —Yoongi se quedó mirando la espalda del castaño y soltó un suspiro. —Creo que no debí decirte eso, lo siento, Jungkook.

—No, gracias por decirlo. Así dejo de ser un idiota. —se giró con el plato lleno y lo acercó a la barra. —Disfruta.

Yoongi lo miró triste y soltó un suspiro para empezar a comer.

—¿Quién es el asesino? —preguntó Jungkook.

Yoongi masticó y ladeó la cabeza.

—¿Del caso? —Jungkook asintió. Yoongi, se lamió el labio con comida y lo miró.

—Park, solo dice apellido. —le dijo Yoongi, recordando el expediente.

—¿Está preso? —Yoongi se encogió de hombro y tosió al sentir que la comida se le atoraba en la garganta.

—El expediente no dice absolutamente nada. —Yoongi, pasó saliva. —Si quieres me regalas algo de tomar, idiota.

Jungkook rio y se giró para servirle una cerveza, y entregársela. Yoongi, tomó un sorbo y lo miró.

—Ese tipo creo que debería estar más que preso, merece la muerte.

—¿Por qué lo dices? —dijo Jungkook, quitándose el delantal blanco de la cadera y dejándolo en la barra. Levantó la pequeña puerta y salió de ese pequeño espacio. Caminó hacia un taburete al lado de Yoongi y se sentó, apoyando los codos en la barra.

—Juega con lo humanos. —le dijo Yoongi. Jungkook juntó las cejas.

El lugar se empezó a sentir solo más de lo normal.

—No estoy entendiendo. —dijo Jungkook.

—Le gusta hacer muñecos con partes humanos. —Jungkook, arrugó el ceño.

—Está enfermo. —Yoongi rió.

—Lo de enfermo le queda corto. —Jungkook carraspeó.

—Pero, ¿Está preso? ¿No? —Yoongi, dejó de comer y lo miró con una sonrisa torcida en sus labios.

—¿Tienes miedo, Jeon? —dijo Yoongi, en tono de burla.

—¿Qué? ¿Miedo? ¿Yo? Pffff, nada de eso. —dijo Jungkook, moviéndose incomodo en el taburete.

—Tienes miedo, idiota. —rio. —Te conozco. —Yoongi, dejó de comer y miró a Jungkook. —No vendrá por ti.

—¡¿Está libre?! —Jungkook, casi grita.

𝐓𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐃𝐨𝐥𝐥 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍|𝐉𝐈𝐌𝐒𝐔⇠ 🅒 •𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 Ⅱ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora