𝐓𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐃𝐨𝐥𝐥 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍|𝐉𝐈𝐌𝐒𝐔⇠ 🅒 •𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 Ⅱ•

4

(Giro inesperado desde ahora)

Agitados por los roces de los dos. Yoongi, se acomodó la camisa, mientras veía a Jimin abrochar su pantalón. Se lamió los delgados labios y se lo quedó mirando más tiempo, tratando de descifrar dónde lo había visto ya que su rostro le sonaba mucho. ¿Cómo le pasaba tal cosa si se supone que era la primera vez que lo había visto?

—¿Puedo hacerte una pregunta, Jimin? —preguntó Yoongi haciendo que Jimin se girara para mirarlo.

—Claro que puedes, Yoongi. —le sonrió. —¿Qué es?

—¿No nos hemos visto antes? —se lamió los labios.

Vio al rubio pensar y negar.

—No que yo recuerde.... ¿Por qué lo dices?

—Tu rostro me parece tan familiar... —contestó y agarró su mochila llevándosela a su hombro.

Vio a Jimin, sonreír y ladear la cabeza cruzándose de brazos.

—¿Ah sí? Uhmm, ¿Harás algo esta tarde? —preguntó el rubio.

—Namjoon, dará una fiesta de disfraces. ¿Quieres venir? —los dos caminaron hacia la puerta y Yoongi, abrió la puerta dejando pasar a Jimin.

—¿Dónde es?

—Dime dónde vives, voy por ti y luego vamos juntos.

—Mejor nos encontramos en el parque que queda frente a la preparatoria. —Yoongi, pudo notar el extraño comportamiento de Jimin. —Uhm, tengo que ir a clase, Yoongi. —el rubio le puso una mano en el hombro, haciendo que la piel del castaño se erizara. Bajó la mirada a esta y luego la subió encontrándose con los ojos de Jimin y esa sonrisa torcida. —Nos vemos... Poupée.

Apartó la mano del hombro de Yoongi y arrugó el ceño al verlo salir como si estuviera en cámara lenta. Este salió detrás de él confundido y escuchó la suela de los zapatos de Jimin chocar al caminar contra el piso. El lugar se puso oscuro, el aire le faltaba, no respiraba y sentía la vista nublada. Su cabeza empezó a doler y sintió sus rodillas quebrarse, con un grito aterrador salió de su garganta al sentir el horrible dolor provocando que este cayera al suelo de rodillas para luego desplomarse en lo que sea que estaba ahora. No veía bien, sintió las mejillas mojadas. Cerró los ojos con dificultad al sentir los parpados pesados para luego sentir que estos dolían. El tiempo pasó rápido, para él fueron 2 minutos donde en realidad fue toda una noche, ahora abría los ojos poco a poco dándose cuenta de que había una luz opaca amarilla arriba de él.

Respirando por la boca, su cerebro le dio la orden de mover sus manos cuando ya no sintió el infernal dolor en sus rodillas. Pestañeó unos segundos recobrando la vista normal, fijándose ahora si en el foco amarillo que colgaba de una cuerda. Movió la cabeza, percatándose que no estaba en el suelo. Las yemas de sus dedos sintieron la madera, pero cuando quiso levantar el brazo la cuerda se incrustó en su carne haciéndolo jadear. Levantó un poco la cabeza para mirar donde estaba y se asustó al darse cuenta que estaba amarrado. Estaba desnudo. Muñecas y tobillos amarrados por una cuerda en mesa de madera de su misma estatura.

Trató de moverse bajo las cuerdas, pero entre más levantaba los brazos estas se incrustaban en su carne haciéndolo gemir del dolor. Entonces se dio cuenta que la cuerda tenían puyas, como agujas incrustadas en estas por eso al moverse estas se incrustaban y rasgaban su piel. Miró a todos lados sintiendo el miedo apoderarse de sus sentidos. Entonces lo vio. Sentado al fondo de la habitación oscura que solo la luz opaca amarilla alumbraba el cuerpo desnudo del castaño.

Ahí, sentado en una silla. Se encontraba con ojos rojos brillantes y su sonrisa relumbraba en la oscuridad. El anillo que mantenía en su mano derecha, emitió un brillo haciendo que este se levantara de la silla y saliera de la oscuridad. Dejando que la luz opaca amarilla ahora mostrara su rostro. Era Jimin.

—¿Qué...Qué estoy haciendo aquí? —tartamudeó Yoongi.

Millones de recuerdos azotaron en su cabeza, pero estaban incompletos. Recordó los besos y roces en la enfermería, cayó desmayado al suelo después se verlo salir. Despertó en la cama se casa, llegó la noche fugaz y se vio vestido para ir a la fiesta de Namjoon. Buscó a Jimin y fue con él esa noche a la fiesta. Pero... Jungkook no estaba. Jungkook, no había respondido sus mensajes hasta que dieron las doce, cuando él se encontraba paseando por el jardín de la gran casa de Namjoon. Ahí, en ese instante cuando recibió el mensaje desde el teléfono de Jungkook diciendo:

"Una vida mejor a través de los botones."

Todo empezó. El golpe en la cabeza con una roca. Su desmayo. El cuerpo siendo arrastrado por el rubio, subiéndolo al auto y después entrando a el. Condujo por la oscura calle mientras mantenía el cuerpo inconsciente en maletero. Había un muñeco sentado en el puesto del copiloto al lado de Jimin con botones negros y los hilos rojos sobresalían de sus antebrazos, piernas y sonrisa. Pero, ¿Cómo sabía Yoongi todo esto si siempre estuvo en el maletero? La respuesta era sencilla, Yoongi veía a través de los ojos del muñeco que se encontraba al lado del rubio.

Era como si el anillo que llevaba Jimin, hubiera transportado el alma de Yoongi al muñeco inconscientemente. El rubio, no se había dado cuenta del gran poder que poseía ese anillo. Hacia cosas sin que Jimin se diera cuenta. Como ahora. Yoongi se encontraba en aquella mesa de madera. Su cuerpo no era el mismo, el anillo había transportado dos veces el alma. Primero, la quitó del cuerpo real, la pasó al cuerpo del muñeco y ahora, se encontraba en un cuerpo humano desconocido. No se sentía como tal.

Sintió la mano de Jimin rozar su mejilla provocando que la piel se erizara de nuevo. Entonces, este deslizó dos dedos por la nariz de este llegando hasta los ojos, los cuales colocó la mano encima. Como no se podía mover, Yoongi trató hacer algo de ruido, pero era tarde. Sintió la punta de una aguja incrustarse en la comisura de los labios. ¿Cómo conocía tal sensación? Era tan familiar el dolor, como si no fuera la primera vez que se lo hacían. Era como sí.... Él ya hubiera pasado por eso.

Queda un capítulo para que tenga un macabro final. :)

|T H E   R E A L   D O L L|