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California, 2010.

Yoongi regresaba a su antigua preparatoria. Cruzaba los pasillos con una sonrisa ancha al saber que estaba reviviendo su último año. Solo quedaba un mes para que se terminara el año escolar cuando precisamente entró aquel chico rubio. Quien ahora era la debilidad de Min Yoongi.

—¡Jungkook! —lo llamó él y corrió hacia él. El chico de cabello oscuro, se encontraba con la cabeza dentro de su casillero, mientras hurgaba en el. —Kook. —Yoongi, llegó a su lado y le puso una mano en el hombro.

Jungkook se giró con su rostro serio y le regaló una sonrisa corta a Yoongi.

—Yo, lamento no haberte dado el feliz cumpleaños. —Yoongi se pasó una mano por el frente. Estaba sudando. Entonces, recordó que, en ese entonces, antes de que Jimin llegara, a él le gustaba Jeon, su mejor amigo. —¿Qué quieres hacer hoy? Dí-dímelo y lo haremos. —sonrió nervioso.

Jungkook soltó una risita y negó.

—Pintaré mi cabello de rojo. —dijo el menor. —Y tú, me acompañarás por ser un mal mejor amigo.

Yoongi bufó contento y asintió.

—¿Namjoon ya te dijo? —Yoongi ladeó la cabeza para recordar lo que le había dicho Namjoon, pero, no recordaba.

—¿qué debió decirme?

—Está planeando la fiesta de Halloween. —sonrió Jungkook. —Es esta noche.

Que extraño. Yoongi, no tenía recuerdos de aquella fiesta. Pero, si sabía que había asistido con Jungkook.

—¿Nos disfrazaremos juntos este año, Min? —preguntó el menor, cerrando el casillero. —Estuve pensando en que tú seas la princesa en apuros y yo el príncipe que te rescatará. —Yoongi, hizo una mueca de asco y le pegó en el hombro a Jungkook.

La campana de clases sonó, haciendo que todos los estudiantes, incluyendo a esos dos. Fueran directo a sus próximas clases.

—Nos vemos en el descanso, Min. —se despidió Jungkook y salió corriendo.

Yoongi soltó un suspiro, viéndolo irse y recordó aquella historia falsa de Mingi y Hoseok, haciendo sufrir a Kook. ¿Por qué le dolía eso? Si todo fue una farsa.

—Disculpa... —le tocaron el hombro a Yoongi, y este se giró para mirar de quien se trataba.

Entonces se encontró mirando los ojos cafés con un brillo tan soberbio, tan penetrante. Una sonrisa tímida, que hizo latir su corazón tan rápido al girarse. Cargaba su mochila en un hombro y se encontraba perdido. Yoongi, sintió ese sentimiento tan familiar. Que alguna vez poseyó al ver a quien amaba.

—¿Sabes dónde se encuentra la oficina del director? —esa voz, se le hacía tan conocida. Pero, ¿De dónde? ¿Quién era este chico?

Traía el cabello rubio brillante, casi de mentira. Pero, su piel pálida lo hacía ver tan inhumano. Yoongi, se sintió en una montaña rusa de emociones. No sabía que decir o que preguntar. Estaba hipnotizado por el aura de paz y la sonrisa tímida de aquel chico. Pero, su mente le gritaba algo. Le gritaba un nombre y le recordaba un suceso. Pero, Yoongi solo lo ignoró y automáticamente, aquellos recuerdos de hace año. No existieron más en su memoria. Ahora, Yoongi no sabía lo que pasaría en un futuro. El castaño, iba a repetir su muerte de nuevo.

—¿Eres nuevo? —preguntó Yoongi.

Los dos se encontraban en los pasillos solitarios de la preparatoria. No se escuchaba ningún ruido o algún respiro. Era un milagro que los latidos de Min Yoongi no los escuchara el chico.

𝐓𝐡𝐞 𝐫𝐞𝐚𝐥 𝐃𝐨𝐥𝐥 ⇢𝐘𝐎𝐎𝐍𝐌𝐈𝐍|𝐉𝐈𝐌𝐒𝐔⇠ 🅒 •𝐋𝐢𝐛𝐫𝐨 Ⅱ•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora