Bueno, empezaremos por el principio. Así cómo es posible que otra persona escoja un punto bonito, uno cliché, uno que de verdad indique principio, yo no tengo ese punto. Al menos, no en el pasado inmediato. Tendría que remontarme mucho para un inicio verdadero así que empiezo por aquí.
Mi vida estaba muy organizada y ya tenía los próximos meses organizados de principio a fin. Tenía mis planes con mi pareja, mis entrenamientos y mis estudios en los cuales necesitaba enfocarme. La cosa está en una cadena de acontecimientos que empezaron por el simple hecho de cruzar palabras con un desconocido. A ver, no era una persona cualquiera, pero si alguien con quien no había entablado nunca una conversación real.
¿Sabes cuántos segundos dura una sonrisa? ¿O cuánto tiempo puedes mantener el primer contacto visual significativo con alguien? Supongo que eso depende de cada persona. En mi caso no fueron más de unos segundos, unos escasos segundos que, aunque en ese momento parecieron insignificantes, fueron mucho. Fueron esos segundos los únicos que necesitó para poder volverme un gran caos.
En ese breve instante, en ese corto transcurso de tiempo, muchas cosas en mi interior cambiaron sin que yo pudiera notarlo. Lo notaría, sí, pero más adelante. Por ese entonces, sólo pude saludar y hablar. No sabía cuántas cosas estaría yo dispuesta a hacer, no sabía cuántas cosas haría por mí esta persona. No era para nada consciente de los sentimientos que acabaría provocando y mucho menos de los riesgos que acabaría corriendo sólo por él. Porque al final todo sería por él.
El primer mensaje llegó, y con ese los siguientes. Con los primeros mensajes, llegó la primera quedada. Yo, muy inocente, no pensaba que nada pudiera pasar ahí. De hecho, lo único que pensaba era que éramos amigos y que simplemente hablábamos. Pues no fue así. El hecho que marcó todo fue la primera risa, la primera pregunta con interés hacia mí, la primera sonrisa al recibir noticias, la primera noche hasta las dos... Poco a poco todo eso fue haciendo cambios en mi organismo.
Sé que de momento esto parece ser muy abstracto. Una conexión de palabras que carecen de sentido. El principio inconexo de una historia, pero cuando se trata de sentimientos, de puros y genuinos sentimientos, no puedes poner un orden. Si intentas contar la historia y te provoca una sonrisa, es difícil intentar explicarte completamente.
Sé que con esta introducción parece todo muy bonito, pero no lo fue, al menos no en todo momento. El problema de cuando todo es bueno, es que vives lo malo como si te quisieran arrancar el corazón. Por eso, si sientes que la has cagado, te vienes abajo.
Ahora más o menos te he dicho un principio, abstracto, pero principio. El hecho es que ahora que sabes el momento en que creo que todo inició, te puedo contar que no fue lo que esperaba, pero fue mejor. Creo que yo también empecé muy desconfiada, empecé muy convencida de que éramos amigos y eso me llevó diversos problemas porque por una vez, mientras él empezó dándolo todo yo sólo empecé con la mitad.
Por tanto, con sus mensajes empezó la alegría. Ésa que venía con sus conversaciones y las veces que me hacía reír. Esos mensajes que eran tontos pero que me hacían seguirle la corriente. Él siempre fue directo con lo que quería y la que daba largas era yo. Al menos al principio, pero para hablar de eso primero debemos pasar por las fases anteriores.
La primera de todas: la sonrisa tonta.
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La chica del caos [COMPLETA]✔
Short StoryHola, me llamo Kate y esta es la historia de cómo cambiaron mi orden por todo un caos. ¿Quieres saberla?