Capitulo IV

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Me despierto agitada y llorando, creí que iba ser mas fácil, pero no. Aun tengo recuerdos. Me incorporo enseguida en la cama y voy hacia la cocina a tomar agua, cuando siento que alguien esta observándome. Se me erizan los bellos de la nuca y puedo sentir la mirada sobre mi.

Cuando estaba por entrar al baño, siento una presencia cerca mío, me doy vuelta y había una sombra gigante alzándose cerca de mi.

Me vuelvo para correr y encerrarme en el baño pero dos manos grandes me agarran por detrás y siento un pecho sobre mi espalda. Siento una respiración en mi nuca. Comienzo a sollozar, creo que estoy muy asustada.

Mi pecho empieza a subir y bajar rápidamente, me revuelvo, trato de escapar, pataleo, me giro y solo lo veo ahí, mirándome. No parece hacer ningún esfuerzo en contenerme. Ruego que me suelte entre dientes y me pone una de sus manos en mi boca. Cuando escucho una voz que me deja paralizada

 - No temas pequeña - hablo con su voz ronca. Abrí mis ojos del terror que sentía, pero no emití sonido alguno. Me paralizo el miedo.

Sus palabras, en forma autoritaria, me recordaron lo pequeña que parecía en ese momento frente a el, calculaba que media mas o menos dos cabezas mas que yo, quizás un poco mas. Tenia manos con callos, lo podía sentir contra mi rostro.

-Necesito hablar contigo, pero no puedo si te espantas ¿sabes? - habla contra mi oreja.

Asiento con la cabeza y siento como me va soltando de a poco, apenas su mano derecha abandona mi abdomen, me echo a correr. Voy directo a mi habitación y busco la ventana, pero apenas intentando abrirla , me carga en su hombro y comienzo a gritar. Me tira en la cama y me tapa la boca con una gasa. Siento mis parpados mas pesados y caigo dormida en segundos.

Me revuelvo en la cama, pensando que solo fue un mal sueño, pero al abrir un poco los ojos, logro verlo sentado de brazos cruzados en el taburete de mi habitación.

Me levanto enseguida y me pego a la pared - No me hagas daño- le digo suplicando. - ¿ Eras tu el que dejaba abierta mi ventana? - le digo casi susurrando.

Asiente, y los bellos de mi nuca se erizan por completo. Todo este tiempo estuvo aquí, observándome.

¿ Como lograba entrar? Que importa eso ahora, estaba aquí , sentado en mi habitación. Miro para abajo y no, mi ropa aun esta.

-¿ Crees que abuse de ti? - Se escucha una carcajada ronca. Al parecer notó lo que estaba haciendo.

-¿ Que quieres? - le digo con la voz mas dulce que tengo, si viene a lastimarme, no quiero molestarlo.

-Vengo, porque debo hablar contigo en este instante- Me dice con una sonrisa malévola. - Veras, tu padre cometió algunos errores, vamos a llamarlos, en el pasado. Al tener 16 años yo me encargaría de ti. Así que aquí estoy  - me dice rodando los ojos.

 Tiene el rostro como piedra, me penetran sus ojos negros. Tiene una barba de apenas unos días , se nota cansado y ojeroso. Una nariz alargada y un poco puntiaguda, aunque pequeña que se asoma en sus facciones.

-No logro entender- le digo casi sin poder tragar.

-No lo hagamos mas complicado de lo que ya es. Vine a protegerte, no a hacerte daño- responde moviendo las manos en señal de desagrado.

-Pero entonces ¿ porque mi padre cometió un error al mandar a alguien para cuidarme? - le digo casi a punto de volver a largar lagrimas.

-Porque tu padre no podía tener descendencia, sin embargo, te tuvo a ti- soltó con pesar.

-¿Por qué? - respondo titubeando.

-Tu padre no tiene sangre humana, y sabia que no podía traer hijos al mundo, porque los dejaría en peligro , caos nephilim -

Mis pensamientos eran muchos, ¿Por qué mi padre estaba relacionado con estas personas? ¿Que es un nephilim?. El no tenia un aspecto total de persona. Era inusual su manera de verme, y ni hablar de su manera de comportarse. Había venido aquí exclusivamente a asustarme y entrar en mi casa reiteradas veces. Eso no era para nada normal, el no era normal.

-No me iré de aquí, tu te iras conmigo- dice frio

Saliendo un poco de lo que pensaba en mi cabeza me di cuenta que aun estaba contra la pared, en posición de defensa. Decidí de a poco salir de la posición y caminar lento hacia el baño.

Entre y cerré la puerta detrás de mi - ¿Y si me rehúso a ir contigo? - le digo en voz baja.

-Te buscaré de donde estás y te cargaré como estés en el Jeep - me dice enojado -No me lo hagas mas difícil-

-¿ Tu eres un nephilim ? - Temo a su respuesta.

Se escuchan carcajadas fuertes en la habitación. - No - me responde detrás de la puerta. Me alejo enseguida de ella y quedo parada en la mitad del baño.

-Abre Alba, no compliquemos mas la situación - me dice fastidioso.

Abro la puerta lentamente, es en vano luchar, el me atrapará de todos modos. No se irá, no hay escapatoria.

Alzo la vista para ver su cara, pero no es algo horrible de ver, tiene algo que desprende atractivo. Veo su cuerpo, alto y macizo. El solo esta allí, viéndome como una hormiga asustada. Sonríe de lado y yo me sonrojo al darme cuenta de que estoy en pijama

- empaca, nos vamos.

-¿Qué? No puedo dejar mi vida, mis amigos preguntaran por mi - le digo subiendo la voz. Hace un segundo temblaba ante su presencia y ahora solo estaba allí, alzándole la voz como una niña pequeña.

-Llamarás a todos y dirás que tuviste una emergencia con tu abuela, te llamó para vender su granja - me dice indiferente.

-¿Y tu como sabes de ella? - le digo estupefacta.

-No soy estúpido ,te he observado lo suficiente- me mira enfadado. Ahora si me asusta. 

Yo me alejo con las manos en alto y empiezo a empacar mis cosas, mientras el hace unas llamadas al parecer en mi comedor.

- Vámonos- ordena.

En tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora