Capitulo XIII

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Me levanté con un dolor de estómago. Me di vuelta y Zarek me agarraba fuerte de la cintura. 

- ¿Donde vas Alba?- me dice con un gruñido.

- Al baño- le digo susurrando. 

Me suelta y yo me dirijo hacia el baño. Hoy iba ser un buen día, no quería que un dolor de estómago lo arruinase.

Zarek me llevaría con Svet. Estas semanas anduve viéndola bastante, estaba feliz. El problema es que cada vez que salgo con Svetlana a algún lugar de noche me doy vuelta para encontrar  a Zarek controlando todo. 

El es muy posesivo, no permite que nadie se me acerque, pero estos últimos días anduvo mas de lo normal. Su cambio de ánimo me llamó mucho la atención. Casi pelea con un farmacéutico porque el chico me preguntó si era todo lo que necesitaba. Así que le dije que quería respirar y que me llevara a la ciudad.

Al parecer lo aceptó de muy mala gana pero lo hizo. Y yo , bueno con estos dolores que no se me quitan. pAyer dormí 12 horas seguidas. Zarek me preguntó si me pasaba algo y le dije por supuesto que no. 

Salgo del baño y me visto con unos tejanos negros, una blusa con flores y unos zapatos bajos negros. Preparo mi bolso, me quedaré a dormir con Svet, el no lo aceptó para nada bien. 

Oigo que se levanta y viene hacia mi - Vas bonita - me dice con el ceño fruncido. 

- Ya hablamos de esto, iremos al centro comercial Zarek, no quiero lucir mal- respondo peinando mi cabello. Lo dejaré suelto.

- ¿Porque yo no puedo ir? - me  mira como un perro mojado. 

- Ya te lo expliqué, es salida de chicas- le digo resoplando.

- No notarán mi presencia - 

- Zarek, eres una puerta cariño - le digo sonriendo. 

El suelta un bufido y me deja sola en la habitación. De repente siento una punzada en mi estómago, muy fuerte que me hace caer al suelo  y retorcerme de dolor. - ¡Zarek! - grito.

Abre la puerta de repente y me en el piso. - Cariño, ¿que pasa? - me carga desesperado en sus brazos. 

- Tengo mucho dolor de estómago- le digo con poco aliento. 

Corre hacia la Jeep y me deja en el asiento del acompañante. Entra y vamos a la velocidad de la luz hacia la clínica. Me baja en sus brazos y corre a la entrada. Me sigo retorciendo del dolor.

- Cariño que tienes - me dice preocupado. Entonces bajo la vista y veo sangre en mi pantalón. 

Empiezo a sollozar y gritar - ¡Ayuda! - los enfermeros vienen enseguida me acuestan en una camilla y me llevan, Zarek va corriendo a mi lado con preocupación en su cara. 

Sollozo del dolor y de la sangre, nose que me está pasando. Hasta que abro los ojos y entiendo. 

- Zarek creo que estoy embarazada - le digo entre sollozos - y lo estoy perdiendo - 

El abre los ojos y se pone tenso. - Todo va estar bien cariño, resolveremos esto - me dice soltando una lágrima. Jamás lo había visto conmovido por nada en absoluto. 

Pero ahora mi preocupación era otra. Estaba embarazada y ni siquiera lo sabía.  Empiezo a hiperventilar  y los enfermeros tratan de calmarme. Entro a una sala y una médica sale en mi ayuda, me agarra la mano y me dice - Tranquila- comienzo a bajar la respiración pero no puedo parar de sollozar. 

 Zarek viene detrás de mi y me agarra la mano - haremos una ecografía - nos dice la doctora. 

Asiento y Zarek me besa la frente. 

Pone el aparato en mi estómago y se refleja una imagen en la pantalla. Después de unos minutos de agonía se escucha algo - Ese es el corazón - dice sonriendo la doctora. 

Zarek abre los ojos y me mira. - Entonces, esta vivo - dice 

- Así es- nos dice - Lo que no está muy bien es tu placenta - me dice mirándome. 

- Con mínimos cuidados el estará bien , felicidades - nos dice riendo. 

Zarek sonríe pero yo solo me quedo allí. Estoy embarazada. Que rayos haré soy muy joven.

El me mira y sabe lo que pienso al instante - Estarás bien mi amor - me dice sonriendo. 

Sonrío y la doctora se va. Todo cobra sentido. Los dolores, Zarek mas posesivo, todo. 

Viene un enfermero y se dirige a mi - bueno, ahora te haré un examen vaginal para ver que tal estás- dice sonriendo.

Oh no. - Zarek mi vida, es el doctor- le sonrío. El ya está tenso. 

-Busca a la doctora - dice serio al chico, de no mas de 28 años. 

- Correcto - dice sacándose los guantes y abandonando la situación

- Debes controlarte, ellos solo me ayudan - le digo bufando.

- No te tocará nadie mas que yo Alba- me dice serio. 

Ruedo los ojos y esperamos a la doctora. 

En tus brazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora