꒷꒦ 「Story Finished | En edición 」
「Primera Parte」
❝ ¿Puedes vivir así?¿aguantar a terceros en asuntos que son de dos?. Porque yo no, puede parecer exagerado pero esto me incomoda. Estoy confundido, aunque no tengamos nada formal... necesito q...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Siendo exactamente las seis y cuarenta, Jungkook despertó. Hoy tenía que asistir sí o sí a la universidad, no podía perderse una clase más y, la verdad, es que ha duras penas había podido dormir. Meditaba ( durante parte de la madrugada ) en como su vida dio un giro inesperado, ya entienden el punto; El asunto era que las clases empezaban siete y media de la mañana, debía apresurarse.
Llegó a casa y optó por primero darse una ducha, por obvias razones la veía necesaria. Al salir revisó su armario para sacar algo cómodo; Polera negra con un jogger, algo suelto, del mismo color y por último, sus tenis blanco.
No le dio tiempo para desayunar, agarró su mochila para subir al auto y marcharse, ya luego le mandaría mensajes a Taehyung explicando el porqué de su ausencia tan temprana.
Pasando a terceras personas, Lalisa Manoban se estaba odiando, acabar con su preciada relación fue un castigo muy horrible. Aquella mañana no le interesaba lo que dijeran acerca de lo que tenía puesto, agarró lo primero que encontró, aceptaba que iba vestida horrible, pero no tenía ánimos de estar arreglada.
Ingresó a su respectivo salón luego de pasar por el pasillo con la mochila colgándole del hombro. Estaba en el cuarto ciclo ━ y último ━ de su universidad, mientras que sus amigas eran un ciclo menor, así que compartía lugar con alguien más.
Su mirada se mantenía en la entrada, apostando para si misma que el profesor no llegaría, aunque fue una mala idea, porque lo vio entrar tan precioso como siempre. Jungkook creía haber llegado un poco tarde puesto que ya eran las siete con cuarenta minutos, aunque al ver que el salón seguía vacío y no había presencia de su maestro, ingresó sin problemas suspirando en el acto.
Caminaba directo a su lugar cuando, de pura casualidad, fijó su mirada en Lalisa; Su manera de estar vestida... Era cero su estilo, aunque ¿qué más daba? Ella ya no debía interesarle.
Pasando unos largos minutos donde nadie daba señales de vida y los alumnos estaban perdidos en sus asuntos, Jeon sentía una mirada sobre su espalda. Girándose, rodó los ojos al ver quién era.
