El tesoro bajo la Arena {GaaIno} {ShisuIno}

Capitulo 3

El día de inicia el siguiente capítulo de su vida llegó, Shikamaru pasó temprano por ella y le dio instrucciones para la nueva universidad. No tenía nada que ver con la pequeña escuela a la que asistía en el lugar de origen.

Cuando llegaron al estacionamiento se encontraron con el primer día de clases. Amigas después del verano saludando y sonriendo, a la rubia se le hizo un nudo en el estómago, ella no conocía a nadie. Pero eso no sería problema, ella era Yamanaka Ino la única persona en el mundo que jamás dejaría de tener amigos.

Estaba al tanto de que Sakura se había ido a estudiar al exterior, eso la motivaba más para aspirar a seguir sus pasos profesionales, después de todo no por nada eran amigas. Salió del auto, espero a que su amigo lo asegurara y echaron a andar.

Era una suerte que el edificio de Arquitectura se encontrara frente al de Psicologia, así no se sentiría sola. Shikamaru le pasó el brazo por los hombros y le sonrio calmadamente, ella se llenó de alegría y volvió a ser la Ino de siempre.

Cuando llegaron al punto de encuentro habitual de su amigo con los demás se encontró con rostros conocidos del Instituto, había un Sasuke malhumorado, un Neji inexpresivo, Kiba, Lee, Hinata y Naruto enamorados, Ten Ten y rostros que la hicieron sentirse en calma. Pero hubo un rostro desconocido que la hizo sentir que las piernas le temblaron: un joven alto y moreno, con el cabello blanco. Toda su aura era soberbia pura.

-Hidan, ya sabes que no podemos fumar dentro de la Facultad- regaño el perezoso a ese chico encantador

Ino llevo su vista al joven que en medio de una mueca de puchero tiró su cigarrillo sin encender, el volvio el rostro hacia ella y le guiño un ojo. Para sorpresa de todos Sasuke chasqueo la lengua con desprecio mientras el peli blanco se ponía frente a ella.

Se acercó con un andar prepotente, puso su mano en el hombro de Ino y le susurró al oído- Cuando quieras divertirte, no dudes en buscarme muñeca- una sonrisa se dibujó en su rostro y se marcho del lugar.

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Las clases iniciaron y ella estaba segura que su vida cambiaría, se esforzaria un año más e iría detrás de Sakura. Solo quería salir del radar de sus padres que hasta ahora no habían puesto el menor interés en buscarla o si quiera llamar para saber acerca de su paradero.

El salón de clases estaba abarrotado y la rubio logró encontrar un lugar casi al fondo del aula. Los gritos aumentaron cuando una figura entró por el marco de la puerta, los chicos gruñeron y las chicas que se encontraban ahí comenzaron el cuchicheo. Un pelirrojo camino entre las emociones y para cuando Ino lo pudo ver mejor, noto que tenía muy buen gusto: vaqueros negros, camiseta blanca, chamarra de piel y botas militares (en realidad parecían costosas).

Lo único que no encajaba en su personalidad era ese cabello rojo intenso y alborotado que coronaba su cabeza, todo su ser emanaba furia. Además en la frente tenía un tatuaje con el kanji de ¿amor? Camino con las manos en las bolsas de su chaqueta e Ino se sorprendió al darse cuenta que se dirigía a ella. El valor se apoderó de la rubia, sonrio y desvió la mirada de él.

-Hey rubia, ese es mi lugar- el pelirrojo se dirigió a ella viéndola hacia abajo

-¿Cómo va a ser tu lugar galán, si es el primer día de clases? Busca otra excusa para hablarme- la rubia entorno los ojos y se limitó a ignorarlo.

El pelirrojo la tomó del brazo y la hizo levantarse del pupitre, ella lanzó un chillido de sorpresa y lo miró fijamente entrecerrando los ojos. Se soltó del agarre del joven y lo empujó haciendo retroceder y chocar con el asiento contiguo. Nadie le dice a Ino que hacer.

Volvió a su lugar y le dio la espalda, el aire se tornó pesado y el silencio que reinó se podía escuchar resonando en los oídos de todos los presentes. El pelirrojo la tomó del cuello y la levantó del suelo, Ino estaba tan sorprendida que solo logró reaccionar cuando su espalda se estrelló con la pared de atrás. Gaara comenzó a aparetar y ella sentía que en cualquier momento la estrangularia, la garganta le dolía y el corazón le palpitaba desenfrenado en el pecho.

-Mira rubia, evitame la pena de que me suspendan otro semestre. No me estobes- esos hermosos ojos verdes reflejaban soberbia y furia ¿furia? ¿Contra ella?

Ino sintió un tirón en el hombro de él, cuando levantó la vista se dio cuenta que Sasuke tenía a Gaara del cuello de la chamarra obligándolo a soltarla. Al caer al suelo sostuvo su garganta y se dio cuenta que de verdad la estaba estrangulando.

-Largo de aquí Uchiha, este no es tu problema- escupió el pelirrojo saltándose del agarre de Sasuke. Cuando lo encaro de frente el pelirrojo lo recibió con su puño. Gaara no conocía los límites.