Capitulo 6

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-¡LEVANTATE MALDITO HOLGAZAN!, seras un chico bueno e iras a recogerla para llevarla a la Universidad- Temari estaba irritada, ya no aguantaba el olor a licor de ese cuarto obscuro. Apago el reproductor de música y tiro de la sábana.

Gaara tenía una resaca tan fuerte que los gritos de su hermana se estrellaban con el interior de su cerebro, el cuerpo le dolía y la espalda de ardía. Había vuelto tarde del bar ya que había pasado parte de la noche con una cualquiera, esta vez Sasori lo había dejado esperando el encargo que había pedido. En otro momento se las pagaria ese maldito Diler.

Se levantó de la cama muy a su pesar, entró al baño y abrió la llave del agua fría, entró y sintió como su cuerpo se tensaba por el cambio de temperatura brusco. Estuvo bajo el chorro de agua largos minutos hasta que recordó esos ojos azules tenerosos y ansiosos, apretó sus manos en puños y golpeó la pared con la izquierda. Maldita niña, nadie le hablaba así a él.

<<Iras a recogerla para llevarla a la Universidad>>

Estupida Temari, estaba loca si creía que cedería ante tal idiotez, él no tenía que pedirle disculpas a nadie, al contrario esa idiota caprichosa lo había humillado frente a todos. Esperaba no volverla a ver nunca o esta vez si le rompería el cuello.

Salió del baño y se encontró con su hermana sosteniendo un pantalón de vestir gris obscuro y una camisa blanca. Se los extendió y sonrio satisfecha al verlo ponerse la ropa elegida. Ahora lo más difícil era devolverle las llaves de su auto, era difícil el solo pensar que esta vez de verdad se mataría en el. Tenia que confiar.

-Padre exige que recojas a esa niña, la lleves a la Universidad y le entregues esto- le entrego un sobre de papel y las llaves de su auto.

Gaara solo tomó las llaves y se dispuso a salir, pero antes de lograrlo Kankuro lo detuvo en la sala, el hermano mayor estaba muy ocupado en la vida pública que había perdido de vista a sus hermanos menores. Gaara estaba perdiendo el control, tenían que tomar cartas en el asunto antes de que un día matase a alguien.

-Harás lo que se te ordena- El castaño lo miro desafiante y el pelirrojo puso una sonrisa torcida

¿Por qué tú lo dices hermanito?- le reto Gaara pasando a su lado mientras le golpeaba el hombro.

-Por qué yo digo- la voz del patriarca se escuchó por toda la estancia, camino a su hijo mientras este lo veía con soberbia, al final no tuvo de otra que agachar la mirada ante el jefe de familia. Tenia que acatar las reglas

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La dirección que le dio su hermana era la de unos condominios en una zona exclusiva en el centro de la ciudad, se sorprendió que aquella rubia vulgar pudiese vivir ahí, salió del auto y espero afuera recargado en un costado. Ese vehículo era flamante, deportivo, color gris mercurio y los rines solo lo hacían más provocativo, cerca del carro se veía más imponente que nunca.

Un par de jovencitas salieron del edificio y empezaron a cuchichear sobre aquel desconocido, guapo y sexy sujeto que seguramente esperaba por alguien afuera. Espero unos minutos y gruñó por lo bajo cuando vio el coche de cierto azabache aparcar detrás de él.

Sasuke salió del auto y se sorprendió al ver al pelirrojo ahí, en realidad no entendía que estaba haciendo, pero de ninguna manera permitiría que ese sujeto se volviera a propasar con Ino. Camino a la recepción y toco el timbre asignado para ella, cuando escucho la respuesta de esa alocada mujer sonrio disimuladamente; espero recargado en su auto con las manos en los bolsillos tratando de ignorar a un temperamental pelirrojo que lo veía con odio.

Cuando la cabellera de la rubia se asomó por los cristales de la puerta, Sasuke se despegó del auto y se dirigió a ella. Se vio bruscamente interrumpido por un pelirrojo furioso que se posó enfrente a la chica tendiendole el sobre con la mano y señalando su auto.

En realidad el mismo se sorprendió al descubrirse siguiendo con la mirada a la rubia, se veía preciosa: portaba una falda negra con dos tablas al frente, una blusa morada con mangas cortas y unos delicados tenis color negro, a pesar de ser sencilla destellaba luz. Camino hacia ella y se interpuso en el camino del azabache mientras la chica lo veía sorprendida.

Ella rodo los ojos y pasó de largo a su lado, antes de ignorarlo por completo el azabache tomó el sobre y se dirigieron a auto, el pelirrojo se giró sobre los pies y apretó los dientes al sentirse nuevamente humillado, nadie lo rechazaba dos veces. Esa chiquilla idiota se las pagaria. La haría desearlo y después la haría sufrir como a nadie.

El tesoro bajo la Arena {GaaIno} {ShisuIno}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora