|•naruto•|

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Se despertó sorpresivamente. un dolor fuerte destacó en la parte superior de su cabeza, como si le hubieran otorgado un increíblemente rapido dolor en esa zona, se sentó en la cama y abrió los ojos, topandose con un jaraiya malhumorado, posado en frente de el, tenía una mirada y un ceño fruncido dignos para compararlos con las miradas asesinas de Tsunade. En la mano izquierda tenía una cuchara de madera para cocinar, y en la mano derecha, su reciente manuscrito para la nueva e imprecionante obra -como decía el- de ninjas. Probablemente iba a hacer alguna otra novela pornográfica para adultos, pero el decía que no.

-niñato mal criado ¿no te das cuenta que hora es?- dijo jaraiya en un tono molestó.

-mmm... ¿Supongo que temprano?-hablo con un tono somnoliento

-¿Supones? ¡Tú alarma ni siquiera sonó! Tuve que venir yo a lebantarte, flojo ¿y así se supone que te vaz a convertir en ninja?-se paseaba por la habitación mientras recogía la ropa para dejarla en la cama.

-emm.... ¿Si?- otra vez contesto con un tono somnoliento.

Jaraiya lo ve detenidamente- veo que no estás en tus mejores condiciones- mensiono señalandolo en todo su esplendor- bueno... Solo... Cámbiate rápido, Tsunade me dijo que hoy iban a elegir los equipos ninja.- dijo en un tono molestó saliendo del cuarto de su sobrino.

El abrió sorpresivamente los ojos, era verdad, hoy iban a elegir los equipos ninjas, el solo quería algo ese día, eso era que lo pudieran junto con su mejor amigo, Sasuke. Pero sabía que no era entre lo más y menos probable, siempre juntaban a los de mejores promedios con el más mediocre, y entre nosotros, Naruto no era el mejor ni de Serca de su generación, así que las probabilidades estaban divididas.

En fin, el ni siquiera se molestó en ducharse, al vestirse, solo se puso una camiseta ninja negra junto con sus viejos pantalones de ninjas de un color oscuro, su típica chamarra llamativa de un color tan alegre como su personalidad, y para rematar todo su atuendo, en el cuello portaba el inigualable collar que le había dado Tsunade, ella le contó que ese collar le pertenecía al primer Hokage, y eso era lo que más le entusiasmaba a Naruto para portar esa reliquia.

Salió rápidamente de su cuarto topandose con el que ya estaba sentado comiendo con el ceño fruncido, su mal humor se sentía toda la habitación, el rubio sabía que jiraija había llegado ayer altas horas de la noche y que era un milagro que lo hubiera levantado a esa hora. Naruto lo saludó gustosamente por esta mañana tan hermosa, pero el pero el viejo solamente le dedicó una mirada amarga. Luego de terminar de ingerir su "contundente" desayuno, que solamente consistía en una hogaza de pan tostado con mantequilla, y un café muy amargo, se dispuso a irse.

Se sentía silencioso esa mañana porque su mejor amigo no lo había visitado, generalmente sasuke iba en ciertas mañanas a tomar desayuno a su hogar, era para aquellos días dónde su hermano salía a misión, y a él le daba flojera preparar su propio desayuno, luego se encaminaban hacia la academia.

el rubio al llegar a la academia se encontró nuevamente a la multitud de chicas pubertas rodeando a su mejor amigo. sin pena ni gloria logro sentarse al lado de el, se saludaron y se dispusieron a hacer una gustosa conversación. Un par de minutos después llegó sierta pelirrosa con la que habeces charlaban, se sentó al lado de ellos. Naruto estaba encantado con ella desde sus inicios en la academia, era una chica muy hermosa e inteligente, además de simpática, a su mente le vinieron recuerdos de todas las bese que iba a su casa con jaraiya, por las juntas de amigos que hacía con tsunade, que siempre terminaban en borracheras interminable y más de latino llorando y diciendo que su vida era una mierda, es eso instantes ellos dos se juntaba y la pasaban realmente bien.

De unos minutos de comberzacion llegó iruka-sensei al salón, junto con una planilla, con los nombres de sus compañeros, y los equipos ya seleccionados.

-bueno chicos, hemos intentado hacer los equipos equilibrados, ya debería tener algo de conocimiento de esta la modalidad. los vamos a nombra uno por uno, y así formar los equipos.- exclamó él Iruka ojeando la planilla.

Tubo que esperar un par de minutos para poder escuchar a Iruka-sensei pronunciar su nombre, en ese momento se tenso, resó para quedar en el mismo equipo que su mejor amigo, y para su suerte, así lo fue. Escucho el nombre del pelinegro, e inmediatamente los dos se miraron, y sonrieron, los dos chocaron las palmas de modo de selebracion. Luego escucho el nombre de otra compañera de su salón, era el de aquella pelirrosa que le gustaba tanto, los dos la miraron, y ella se limito a sonreír muy dulcemente ¿Acaso ese día no podría salir mejor?

HOMETOWN |•naruto•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora