Pasado un tiempo, los días se volvieron demasiado tranquilos. JiMin y yo nos habíamos vuelto muy cercanos, durante mi estancia en el hospital nos conocimos a fondo Tuvimos tiempo de sobra para hablar, para pasar tiempo juntos e incluso habíamos tocado temas muy sensibles para los dos. La univerdad acabó completamente de lado, de todas formas, ya incluso los profesores sabían que había sufrido un accidente de tráfico, que tenía heridas de arma blanca y, por si fuera poco, mi padre había muerto en el trágico suceso.
Ni siquiera me presenté a clase, no merecía la pena sufrir más física y mentalmente.
- YoonGissi. – sinceramente, había olvidado por completo que estaba en plena videollamada con mi representante - ¿Me has escuchado?
- Yo... sí, claro que te estaba escuchando. – tras un momento tratando de recordar qué había dicho, negué, bajando la mirada totalmente avergonzado - No es cierto, lo siento. Estaba en mi mundo... - mostrando mi nerviosismo en un acto nervioso rasqué la parte trasera de mi oreja.
Nunca me abría esperado que algo como eso fuese a pasar después.
- La operación se ha adelantado a mañana, cuando la anestesia deje de hacerte efecto y estés estable, volverás a Corea y trabajarás preparando tu debut como solista en Hybe. – entonces mi mente colapsó.
Llevaba años esperando ese momento, desde que era un niño siempre soñé con poder terminar el tratamiento hormonal, poder someterme a una cirugía completa para ser físicamente lo que soy psicológicamente. Dejar de utilizar los dolorosos binders que logran que, por unas horas, la disforia desaparezca.
Sin embargo, no supe cómo reaccionar al escuchar la gran noticia.
- Tienes lo que queda de día para pensártelo pero, YoonGissi...esta podría ser su única oportunidad para triunfar, para hacer lo que siempre ha querido. – al no escuchar una respuesta de mi parte, suspiró - Llámeme cuando lo tenga claro. Buenas noches.
Entonces colgó.
Todo mi futuro se iría a la mierda de nuevo. Estaba contento de poder cumplir mis sueños, pero ninguno valdría la pena si mi corazón quedaba vacío por la falta del que se había colado en su interior.
Sin pensarlo demasiado miré el teléfono, marcando el nombre que mi mente no dejaba de reproducir como si fuese una droga que está siempre presente.
- ¿YoonGi-ah? – la ronca voz de JiMin resonó en mis oídos como una sutil melodía, sacándome una pequeña sonrisa melancólica.
Al parecer era más tarde de lo que pensaba.
- JiMinnie...¿Tienes la noche libre? – pregunté, no sabiendo qué hacer exactamente - ¿Sabes? No me importa. Ábreme la puerta en quince minutos y vístete. – ni siquiera cogí aire en la pausa, las palabras salieron tan rápidas por mi boca como lo hice yo por la puerta, no dejando que me diera una respuesta.
Tras coger mi cartera y llaves - sin poder preocuparme por mi aspecto - salí corriendo hasta el ascensor, esperando casi impacientemente y maldiciendo en un tono bajo cuando se detuvo en un piso, subiendo entonces una anciana con una pequeña sonrisa.
- Buenas tardes, hijo.
- Buenas. – contesté, rezando porque el ascensor llegara pronto.
- YoonGi. – me habló de nuevo antes de que le surgiese la mirada, viendo sus cejas alzadas y su sonrisa ladina - Buenas piernas.
Oh, mierda.
Bajando levemente la mirada me encontré con mis pálidas piernas totalmente expuestas, eso y mis mejillas alcanzando la temperatura del infierno.
Lo que eran quince minutos acabó por convertirse en media hora, pues me vestí adecuadamente, me arreglé en lo más mínimo - creo recordar haberme peinado, aunque sea con un tenedor - y corrí hasta el piso de Park, quién me abrió la puerta tan rápido como llamé al tiembre.
Me tomé mi tiempo para recuperar el aire y, acto seguido, cogí su mano entre las mías, mirándole con una pequeña sonrisa en los labios.
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F i r s t L o v e «ᴶⁱᵐˢᵘ/ʸᵒᵒⁿᵐⁱⁿ»
FanficYoonGi acabó por mudarse al extrangero al comenzar sus estudios superiores. El instante en el que dió el primer paso para alcanzar sus sueños, fue el mejor y el peor día de su vida... ¿Qué podría salir mal? «ᴺⁱ ᶜᵒᵖⁱᵃˢ ⁿⁱ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒⁿᵉˢ ˢⁱⁿ ᵐⁱ ᵖᵉʳᵐⁱˢᵒ...