Luke

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Y esa fue la última tarde que lo vi.

Hoy exactamente hace tres años que nos despedimos en este mismo lugar, y desde ese dia todas las tardes vengo aquí con la esperanza de verlo sentado bajo la sombra de nuestro árbol, pero al caer la noche me alejo nuevamente creyendo que tal vez mañana sea el dia en que el regrese.

¿Que si aún creo que el vuelva? La respuesta es no lo sé, a veces creo que el no regresara, ya han pasado tres años desde su partida, no se si aun me recuerde, yo por mi parte nunca lo olvidare, aun recuerdo que le prometí que siempre lo recordaría y asi va hacer, siempre ocupará un lugar especial en mi corazón, regrese o no.

El prometió siempre pensar en mi, pero cuando una persona ama de verdad a otra, busca la forma de que estén unidos y yo nunca e recibído ninguna carta o alguna llamada de su parte, y yo si que e intentado buscarlo pero a dónde, si es como si no hubiera existido, en el pueblo nadie sabe nada de él ni de su familia, nadie sabe si regresara algún día, yo aseguro que lo ara pues el me lo prometió, pero al pasar el tiempo y con el los años la esperanza de volverlo a ver se va alejando con ellos .

El sol se ha metido nuevamente, dando paso a la noche, es hora de regresar, un día más sin el, tal vez mañana no lo sé.

Me levanto del frío suelo y me dispongo a caminar, mi casa no queda muy lejos pero aún así mis padres insisten en que debo de regresar antes de que la noche caiga por completo, si lo se son un poco paranoicos, pero según ellos la noche arrastra muchas cosas con ella, yo no creo nada de eso, se que me lo dicen solo porque se preocupan por mí, soy su única hija y creen que aún soy una niña que pueden asustar, pero bueno nada me cuesta complacerlos.

Pero que tonta me he olvidado por completo de mi libro, tengo que regresar por el, con ese pensamiento me giro para poder regresar y todo pasa de repente, siento como chocó contra algo y justo cuando siento que voy a impactar contra el suelo alguien me sujeta con fuerza impidiendo mi caída.

_Lo siento, pero estaba un poco distraído, no te hiciste daño.
Su voz suena tan profunda, relajada, varonil, pero en que estoy pensando, estoy en brazos de un extraño y lo único que pienso es en lo lindo de su voz, debo parecer una retrasada; Inmediatamente recobró la compostura y me alejo un poco para poder verlo a la cara.

_Estoy bien, gracias por no dejarme caer, y no tienes que disculparte yo también estaba distraída. No sé cómo he logrado que mi voz salga fluida, si no puedo hacer nada más que apreciar sus hermosos ojos negros, tiene una mirada hipnotizaste, y me ve de tal forma como si quisiera ver a través de mi, debo admitir que es muy guapo sus facciones están muy definidas, sus labios delgados tienen un ligero color rojo, su piel se ve suave y tersa, y tiene unos hermosos rulos que caen por su frente.

_Descuida no fue nada, por cierto soy Luke.

Estaba tan ensimismada observando cada uno de sus rasgos, que no me percaté de su mano extendida en forma de presentación, _ Lo siento me distraje, yo soy Valentina un gusto.

_Lindo nombre, para una linda chica.

_Gracias supongo.

Mis mejillas deben estar muy rojas, no se que me pasa, y de pronto como si me golpeara la realidad recuerdo a Tyler su sonrisa su mirada y siento como si lo estuviera traicionando, si se que suena tonto pues tal vez el ya se olvido de mi, pero yo aún lo quiero no puedo evitarlo.

_Lo siento debo irme. Doy media vuelta dispuesta a marcharme cuando siento que Luke toma mi mano y me detiene.

_Me gustaría conocerte más Valentina, deja que te acompañe.

_No, lo siento Luke no puedo. Y sin más me suelto de su agarre y corro con desesperación hasta llegar a mi casa, olvidándome de mi libro, mañana podré recogerlo no creo que se valla.

En toda la noche no hice más que soñar con esos penetrantes ojos negros, con sus hermosos rulos más negros que la noche y su hermosa sonrisa. No se que me pasa es como si no pudiera sacarlo de mi mente, por más que lo intento mi cerebro se niega a olvidar su rostro.

Estoy tan distraída que no me percaté que ya es tarde, el reloj marca las siete y yo aún bajo las sábanas, voy a llegar tarde al instituto de eso estoy segura.

Me levanto y corro al baño, me doy una ducha y me coloco el uniforme ni siquiera tuve tiempo de secar mi pelo, bajo rápidamente las escaleras y salgo de mi casa, por suerte mis padres trabajan desde temprano si no ya me imagino el sermón de lo importante de la puntualidad.

Tomó las llaves de mi auto y me pongo en marcha, pero por más rápido que voy no logró llegar a tiempo y justo en el momento en que estoy aparcando suena el timbre indicando el inicio de clases, baya suerte, me bajo a toda prisa y me interno en los largos pasillos, aún hay estudiantes yendo de un lado a otro, con suerte y aún el profesor no a entrado al salón.

Pero como si todo hoy estuviera en mi contra la puerta ya se encuentra cerrada, respiró profundo y me decido a tocar, después de tres toques se abre la puerta dejando a la vista una cabeza canosa y unos ojos curiosos detrás de uno enormes anteojos.

_Señorita Williamson, nuevamente tarde, con este ya son tres retardos en este mes si continúa así será suspendida de mi clase.

Baya viejo amargado acaso el nunca ha tenido un retardo, apuesto a que si pero como es el profesor eso no cuenta.

_Lo siento profesor Tomas, tuve una situación no volverá a suceder.

_Espero que no, ya está advertida, pase y siéntese en su puesto.

En cuanto entro se posan todas las miradas sobre mi, no le doy importancia y me dirijo a mi puesto que se encuentra hasta el final.

_Creo que alguien no está teniendo la mejor mañana.

En cuanto escucho esa voz giro mi cabeza para ver de quién se trata y mi vista choca con el culpable de mi desvelo.

_E tenido mejores días Luke.

El esboza una sonrisa coqueta a lo que yo ruedo los ojos y vuelvo mi vista al frente.

Un momento que está haciendo el aquí, y como si me hubiera leído la mente se acerca hasta que su aliento choca en mi oído.

_ Soy tu nuevo compañero de clase Valentina, ahora si no podrás huir de mi.

Sus palabras tuvieron un gran impacto en mi, un escalofrío recorrió todo mi cuerpo y me dieron unas inmensas ganas de salir corriendo, pero a la misma vez sentía mi cuerpo estático como si u viese perdido el control de mi misma, como de esas veces que quieres gritar pero no puedes, y en ese instante comprendí que desde ahora todo sería diferente.

El Secreto de ValentinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora