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—Pedro, quería avisarte que voy a irme dos semanas a España por trabajo.— Habló el padre del castaño.

—Andá tranquilo. Todo va a estar bien por acá.

Luego de unos días, el padre de Pedro como prometió emprendió viaje y dejó a su hijo solo.

—Así que... No hay nadie.

—No, estamos solitos.

No perdió tiempo y besó desesperadamente los labios de Pedro. Los besos de Martin descendieron hacía el cuello del menor, el pelinegro dejaba marcas rojas y violetas y Pedro se dedicaba a suspirar entrecortádamente.
De repente, se escuchó en la habitación la canción bohemian rhapsody, Martin se separó lentamente de Pedro y atendió su celular. El castaño se sentó en cama y se cruzó de brazos, lo habían dejado con ganas de que pasara algo más, ya iba a vengarse por ello.

—¿Si? ¿Matias?...Esperá, hablá más despacio que no te entiendo... ¿Qué? No no no, no puede ser. Voy a para allá.— Cortó rápidamente la llamada e intentó regular su respiración.

—¿Qué pasó? ¿Martín?

—E-es Rod... L-lo secuestraron.— Era su culpa, sabía perfectamente quién lo había hecho y si no hacia algo, su amigo aparecería muerto.

                          (...)

—¿Saben quién lo pudo haber secuestrado?— Ahora estaba más preocupado que antes, a pesar de no ser muy unido con eo chico le había tomado cariño muy rápido.

—M-me dijo Matias que mientras salían de su casa, un hombre encapuchado salió de las sombras y los durmió con algo que parecía ser cloroformo. Despertó en su cama pero Rodrigo no.— Le debía muchas disculpas a su amigo... si es que aún vivía.
Martin y Pedro fueron rápidamente hacia la casa de el chico del expansor

—C-chicos.— Sollozó Matias mientras secaba las lágrimas que caían por sus ojitos.

—Mati, lo vamos a encontrar y lo vamos a traer sano y salvo.— Abrazando con delicadeza al novio de su amigo, Matias asintió y se sentó en el sofá mientras se acurrucaba en su pecho con algunos pelos. Pedro se sentó junto a Matías.

—Debemos llamar a la policía o ir a una comisaría urgentemente.

—No, yo...— Como iba a decirle que sabía dónde estaba Rod, no podía.— Creo que se donde puede llegar a estar.— Mirí de reojo su bolsillo donde escondía una pequeña navaja. Debía aclararle algunas cosas a Daniel y a sus amigos. E iba a hacerlo bien esta vez.

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Esto lo escribí hace mucho y no se guardó así que actualicé lo más que pude.

_kovacsxsmile_ ya actualicé, ahora te toca a vos.

Agos🤬

ᥲ⳽⳽ᥲ⳽⳽ɩᥒ (ᴘᴇᴅʀɪᴍᴇɴᴛᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora