Entre Pétalos de Cempasúchil ♡Rusmex♡

Déjame ir

–¿Rusia?–.

–Мексика–.

–Esto... Esto no es lo que parece, lo juro–.

–не волнуйся, Мекс, я все это видел, это была не твоя вина (No te preocupes, Mex, lo vi todo, no fue tu culpa)– respondió –Это было от него (Fue de él)– le lanzó una mirada asesina a Estados Unidos.

–And who invited you? (¿Y a ti quién te invitó?)– gruñó.

–Я приехал, чтобы сопровождать Мексику (Vine a acompañar a México)–se acercó a él –У нас была сделка, Соединенные Штаты (Teníamos un trato, Estados Unidos)– gritó.

–The deal only applied when we were both present (El trato solo aplicaba cuando los dos estábamos presentes)– contestó.

–Ты сын ... (Tú, hijo de...

–¡Rusia!–.

–Мексика, давай отсюда  (México, vámonos de aquí)– jaló al latino –Мексика–.

–No podemos dejarlo solo–.

–Что? (¿Qué?)–.

–Nos necesita, Rusia–.

–Он поцеловал тебя (Te besó)–.

–Rus, por favor–.

–Тебе понравилось, верно? (Te gustó ¿Verdad?)–.

–¿Qué? No–.

–No?– preguntó Estados Unidos.

–No, o sea, no es que haya sido malo, pero...

–Я устал от этого (Ya me cansé de esto)– giró los ojos –Или он или это я, решайте, Мексика (O es él o soy yo, decide, México)–.

–No hablarás enserio– frunció el ceño.

–Да я делаю (Sí lo hago)–.

–Nunca creí que fueras así– murmuró –Lo escojo a él– miró a Estados Unidos –Tú no eres como yo esperaba–.

Rusia se quedó en shock, México no podía hablar enserio.

–Но ... Такито (Pero... Taquito)–.

–Para ti soy México, gracias, ahora, por favor vete–.

–Mex, por favor– tomó su mano –No puedes hacerme esto–.

–¿Pero tú sí puedes hacerme elegir? No me parece justo– lloró –Ya pasaron tres meses, dos más de los que habíamos acordado, supongo que se acabó–.

–Mex...

–More than you had agree? Agree what? (¿Más de lo que habían acordado? ¿Acordar qué?)–.

–Puedes irte, Rusia– lo ignoró el del águila.

El eslavo tragó saliva y asintió.

–Береги себя, Мексика (Cuídate, México)– salió del lugar.

–We finally get rid of that idiot (Al fin nos deshicimos de ese idiota)– abrazó el americano al latino por los hombros.

–Te elegí a ti por que le prometí a Canadá y a mí mismo cuidarte, no por que quiera verte– se zafó –Estaré abajo en la sala, si me necesitas, llámame– salió del cuarto.