Entre Pétalos de Cempasúchil ♡Rusmex♡

¿Amigos con Derecho?

–Y entonces Rusia y yo fuimos a patinar y fue tan romántico– suspiró México –Claro que me caí muchas veces, pero siempre me ayudó a levantarme–.

Argentina giró los ojos –Ajá–.

–Ok, puedo ver que no te importa– hizo una mueca –¿De dónde sacaste tanta ropa?–.

–Ing me llevó de compras el otro día– sonrió –Está linda ¿No crees?– le mostró una hoodie.

–De hecho sí ¿Cuánto costó eso?–.

–El dinero no importa, Mex, o al menos eso me dice Inglaterra– respondió –Solo merezco lo mejor– acarició unos pantalones –Ay ya quiero ver la cara de China cuando me vea, será algo así como "Oh no, de lo que me he peldido"– rio.

–Lo que digas, Argie– miró una bolsa negra –¿Qué hay ahí?– la tomó.

–Nada– se la arrebató rápidamente.

–¿Argentina qué compraste? ¿Otra tonta comedia romántica?–.

–Emm, sí, Heathers–.

El del águila soltó una risita, adoraba el lado sensible de su hermano menor, era como si el viejo Argie siguiera ahí.

–De acuerdo– miró su celular –Oh, Rusia ya llegó, te veo luego, Argentina–.

–Ajá– murmuró.

Su hermano salió del cuarto y Argentina soltó un suspiro.

Miró la bolsa en sus manos, su interior, había un caja opaca. La sacó y la abrió. Observó su contenido con detenimiento.

Un dildo.

Él no lo había pedido, Inglaterra simplemente se lo dio sin preguntar, le dijo eso lo ayudaría a pagarle luego.

Tragó saliva, debía encontrar un escondite antes de que su padre hiciera un escándalo.

Tenía la suerte de que España era un tacaño y no había reparado el piso de su habitación cuando se lo había pedido. Levantó la tabla del suelo y puso el dildo en ese pequeño espacio.

–¡ARGENTINA!– entró su hermano nuevamente.

El menor se sobresaltó –¡MÉXICO!– gritó.

–¿Qué haces?– lo miró.

–Nada que te importe ¿Qué quieres?– se cruzó de brazos.

–Íbamos a tener una cita doble con Chile y Alemania, pero Ale se enfermó y nos sobra un boleto para la feria ¿Quieres venir?–.

Se le iluminaron los ojos, hace mucho no iba a una feria –¡Sí! Voy a cambiarme–.

–Así estás bien–.

–Claro que no, Mex, soy una futura potencia, es hora de verme presentable y sexy en todo momento– tomó su ropa nueva  –Bajo en 5 minutos–.

Su hermano giró los ojos y salió de su habitación.

Argentina bajó 15 minutos después.

–Dijiste 5– lo miró México.

–Lo sé, pero me di cuenta que mi cabello era un desastre–.

–¡A nadie le importa tu maldito cabello!–.

–Inglaterra dice que lo más importante es la apariencia y yo le creo a él– gritó.

–¿Ah sí? Pues yo creo que...

–Ugh, ya vámonos– gruñó Chile –Argentina, te ves hermoso como siempre y Mex, deja que tu hermano piense como quiera–.