¡eres tú!

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No sé por qué pasa todo esto, parece que todo comenzo cuando conocí a Elizabeth. He tenido estos sueños, mis recuerdos antes del accidente comienzan a regresar...¿Por qué?.
Suena mi teléfono, es Elizabeth.

- no creo poder asistir hoy, me siento algo mal y creo que iré al médico -.

- [ si claro, está bien, ojala que te pongas mejor y espero verte pronto ] -.

Mmm que le habrá pasado. Debo ir a la escuela.

- Así que viniste pedazo de basura, hoy me pagarás lo que hiciste -

Abel estaba fuera del colegio, esperándome con sus amigos.

- ¿Que quieres? -

- hoy me pagarás lo que hiciste ayer, no creas que te salvarás de la golpisa que te daré -.

Maldición, ahora qué hago... Sabía que esto tendría consecuencias.

- ¿Que? No dirás nada-. Me dice mientras rie burlonamente.

- trajiste a tus amigos por qué no puedes solo, ya veo.-

- yo te cerraré la boca.-

Se acerca a mí y rápidamente lo empujó y comienzo a correr, me irá muy mal si ellos me atrapan, por qué me metí en este problema; maldición y no tengo a dónde ir.

- tú siempre podrás hacer todo hijo, estoy orgulloso de ti.-

¿Por qué ahora?, ¿por qué tengo que recordarlo?. ¡Ah! No puedo detenerme o ellos me alcanzarán.
Al dar vuelta me topo con Abel y me arroja al suelo.

- que pasa, no dijiste que tú podrías contra mi?, Entonces por qué corres.-

- ¿por qué haces esto Abel?, ¿por qué siempre me molestas solo a mí?.-

- eso no es algo que te interese, ahora vamos enséñame que puedes contra mi.-

Me da un par de golpes y termino inconsiente, supongo que es mi fin, el me golpeara hasta matarme.

- hola, me pongo feliz cuando te veo -

Otros recuerdos llegaron a mí mente...está vez más claros.

- te quiero y quiero que tú y yo nos casemos cuando seamos grandes.-

-Pero ustedes aún son muy jóvenes para pensar en eso, deben darse el tiempo para conocerse.-

- si pero yo prometo que solo estaré enamorada de ti, lo juro.-

- que tiernos se ven, y a mí me gustaría que tú fueras la novia de mi hijo.-

- tú y yo estaremos juntos, siempre, siempre...-

Despierto lentamente y veo que estoy tirado en el suelo, cerca de un callejón, Abel y sus amigos me dejaron aquí, me duele todo. Me levanto con cierta dificultad e intento caminar. El dolor en los costados es insoportable, debo llegar a casa.

- ¿Pero que pasó?, ¡dime!.-

Era Elizabeth que corría hacia mí, pero ¿Cómo sabía que yo estaba aquí?.

- ¿Que te paso? ¿quien te hizo esto?, no me digas que fue Abel.-

- me temo...que si, el y sus amigos.-

me era difícil hablar con el dolor insoportable en las costillas, podía sentir como con cada palabra mis huesos dolían, era más que obvio que me habían hecho mucho daño.

- no puedo creer que el halla echo esto, pero ya nos las pagará. ¿Puedes caminar?.-

- si, pero duele cuando lo hago... creo que ser valiente no sirve de mucho.-
Me reía mientras me apoyaba en Elizabeth.

Mi primer amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora