No te vayas.....

Nunca.

Aunque crecimos juntos, y la diferencia de edad era muy poca, nunca nos habíamos unido tanto hasta un par de años antes de aquel día.

Poco a poco nos fuimos juntando cada vez más, tú me buscabas para todo, como yo te buscaba cada vez que teníamos oportunidad, no podía presidir de tu presencia y el día que faltabas en verdad se sentía tu ausencia.

Llegamos al punto de saber que nos íbamos a tener el uno al otro, aún si no nos lo decíamos, yo iba a estar para cualquier cosa que necesitaras y tú ibas a estar para mí.... O al menos eso creí.

Nunca me podía enojar contigo, tenías ese don, esa gracia que hacía imposible enojarse contigo, irradiabas una alegría que no puedo comparar con nada que conozco, para mí tú eres la definición y el ejemplo.
Y ahora más que nunca sé que se fue esa chispa de cada reunión.