No te vayas.....

La última vez.

Este es el último recuerdo que viví a tu lado, el que más atesoro pero también el que más me duele, por ser el último.

El día de tu graduación, ya sea por lo que sea que me hayas invitado, sé que entre tantas personas me dijiste a mí, y también sé que en el fondo querías que estuviera ahí, y acepté ir, me sentía honrada en saber que me habías considerado.

Estuve a punto de no ir, por la escuela y las prácticas no podía darme el lujo de faltar, pero lo hice, como pude organicé para que yo pudiera ir y estar ahí acompañándote en un día tan especial, que sé que te emocionaba, ya que las últimas veces me habías contado que no ibas tan bien y lo último que me presumiste fue que le habías echado ganas y te habías recuperado de todo donde ibas mal.

Llego el día, no pude llevarte nada, más que un perro en globo de un chico que se había subido al camión para vender, entre broma o no, te lo di de corazón porque no llevaba más para darte, pero sé que eso no te importó y lo apreciaste igual.

En tu ceremonia, al escuchar tu nombre para pasar, grité como una loca, y aunque no llevabas tanta porra como algunos de tus compañeros, yo grité tan fuerte para que sintieras que yo estaba ahí por ti.

Sé que estabas feliz, lo podía notar en tu cara, y yo no puedo estar más feliz de haber podido compartir eso contigo, ese día en especial lo tengo y tendré grabado en mi mente por el resto de mis días ...

Pero como todo en la vida, no se puede conservar y vivir tanta alegría sin pagar un precio, pero en este caso, el precio fue mucho más caro de lo que debía.