Prologo

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Esta historia es tan prohibida que quizás no debería contarla, pero las historias fueron hechas para que alguien con agallas lograra contarla sin importar lo prohibidas que fueran.

Esta historia se origina en un pequeño y pobre pueblo de Arabia saudit, ubicada en la zona más baja de "Najrán"

Jenn y sus hermanas Vivian bajo las exigencias y la explotación e su padre , Salâh Mahmûd , bajo una religión muy estricta como lo es el Islam que en algunas culturas es llamada musulmana.

Jenn era la menor de 4 Hermanas, Álika, Jazmin , Coral y Shalaa. Jenn tan solo tenía 9 años cuando su madre murió y su papa tuvo que venderla a príncipe Abdul para poder mantener a sus otras hermanas.

Ella era muy joven aun a lo que el príncipe decidió esperar a que ella cumpliera sus 18 años para poder poseerla en cuerpo y alma.

Fue vestida por las mejores telas, y le fue enseñada la danza del vientre por las mejores profesoras de baile que le podían pagar, a los 14 años ya era una experta en la danza del vientre y el príncipe exigía que todas las noches aquella chica le bailara una danza por el resto de su vida

El rostro de Jenn era un misterio para todos, pues su religión solo permitía que su rostro lo viera aquel que la fuera poseer en matrimonio , enrollaba su rostro en un tul de diferentes colores, solo dejando a la vista unos increíbles ojos grises azulados envueltos en una espesa selva negra, infligiendo misterio por todas partes .

Cada visitante del príncipe quedaba boqui abierto al ver como tal chica movía sus caderas, siempre en la espera de ver el rostro misterioso de aquella diosa con caderas poderosas.

Cuando bailaba para los invitado de su prometido se llamaba Jade y poco a poco se fue convirtiendo en la musulmana más famosa gracias al los movimientos de sus caderas.

Detrás de su manto ella se sentía segura , pues nunca se le olvidaron las palabras de su padre al decir que era la persona más horrible y que su rostro no tenía que ser visto por nadie.

"Tan horrible seré'" pensó ella, y cada vez que tenía que quitar su manto para ir a dormir temía que alguien entrara y la viera, nunca nadie la había visto sin él , ni siquiera ella misma , mando a quitar todos los espejos del palacio para que ella nunca pudiera verse a sí misma y enfrentar su fealdad.

Baile al pecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora