Bajé las escaleras lentamente, mi cuerpo aún dolía al caminar, supuse que ya no podía volver a levantar la cabeza en este lugar, mi mirada se quedaba siempre fija al suelo, no podía llegar más bajo y sentía asco hasta de mi misma. Una maldición cargaba sobre mi espalda y a veces sentía que me quebraba pero no, debía permanecer de pié porque eso me había enseñado mi madre, de mi padre solo me avergonzaba ahora, me había dejado tirada y solo por unos pocos billetes. La vida era injusta con quien no lo merecía, y ahí estaba yo.
El desayuno estaba servido, milagrosamente me habían puesto cereal, se podía decir que era un banquete y agradecía por no ver nuevamente aquella copa dorada frente a mí, pensaba que algún día sería ella quien me miraría mientras poseía mi sangre. Una vez más no pude evitar levantar la mirada un instante, mis ojos rebeldes, y otra vez me observaban, siempre esperaban a que yo comiera primero, por un momento llegué a pensar que estaba envenenada la comida, hasta temía tomar la cuchara sin que mi mano temblara, por más que intentara hacerme la valiente, me deshacía el miedo.
-Puedes comer ratoncita, no queremos que te mueras de hambre - dijo Jungkook y evité su mirada por completo
-Si, aún falta mucho durante tuestancia aquí, tienes que estar fuerte al menos para soportar - añadió Hoseok sonriendo
-No está envenenado, lo probaría por ti pero... Solo bebo sangre humana -añadió el menor y sentí un leve escalofrio recorrer mi cuerpo al llevar cierta imagen a mi mente, algo que causó gracia en jimin
-Que gentileza de su parte querer mantenerme con vida al menos, para divertirse más - solté por lo bajo y no escuché palabra, solo me observaban
-Por cierto Suga viene la próxima semana, tendrás mucha diversión con él- anucio Taehyung para luego beber de su copa
-¡¡Comamos en silencio de una vez que me muero de hambre, sirvan la sopa ya!! - gritó Jin, se veía un poco enfurecido
No se si yo había alucinado pero él había dicho sopa, tal vez yo había escuchado mal, por lo que sabía ellos no ingerian comida. Yo simplemente me dediqué a comer mi cereal, estaba hecho una papilla ya, para mi era demasiado pedir, tomé la primera cucharada y cerré los ojos sintiendo el sabor en mis papilas gustativas, era tan dulce, no había probado nada dulce en un buen tiempo, por un instante dejé que mi mente volara y me imaginé otra vez en mi antigua casa, todo era pasivo, mi padre viendo en noticiero matutino y mi madre frente a mi, oliendo apasionadamente el café en su taza antes de beberlo, siempre lo hacía, cerraba los ojos y disfrutaba del aroma, echaba de menos mi infancia, no fue perfecta, pero fui feliz.
Me había vuelto muy sensible en éstos días, desde que mi madre había muerto solo lloré un par de veces por su eterna ausencia, pero ahora mis ojos siempre estaban llenos de lágrimas y con todos esos recuerdos se me hacía un gran nudo en el corazón que no me permitía respirar bien, solo se agitaba. Aun así no podía dejar ir oportunidades como esta, tenía la comida en frente y debía comer, aunque deseaba morir, no quería que fuera de hambre, en lo más profundo de mí aun vivía la esperanza de poder salir de aquí algún día.
La sirvienta volvió con una cazuela dorada de igual forma y ya habían colocado platos en el lugar de cada uno de ellos, la sirvienta retiró la tapa y procedió a servir a todos, yo ya había terminado mi desayuno, y ellos aun disfrutaban de la vista del liquido rojo en sus platos, otra vez sangre, preferí no mirar demasiado, aunque sentí nauseas, no dejaba que me dominara, sabía que podían enfadarse.
-Si terminaste tu comida puedes retirarte - ordenó Hoseok y creí haber escuchado mal aun sin cuestionar me levanté de la mesa y me dispuse a irme pero una voz me detuvo
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The Last Tomorrow (BTS )
FanfictionLa vida nunca fue muy hermosa para mi después de todo, pero aún así fui feliz. No encuentro sentido todavía al por qué de la acción desesperada de mi padre al obligarme a mudarnos a la ciudad de Busan tan repentinamente, luego de la muerte de mamá c...