Punishment

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Capitulo 3:“Punishment”

(Leer escuchando las canciones de Lana del Rey, Shades of cool y Florida Kilos, en ese orden)

Jimin me miró imponente, cómo solo el sabia y una sensación de angustia recorrió desde mi estómago hasta el pecho, las piernas me temblaban y no quería obedecer a nada de lo qué dijera, pero cada vez qué sostenía mi mirada, sentía como si tuviera poder sobre mi, cómo si controlara mi mente.

-¿Que estás esperando ahí de pié, con esa expresión de lamento? Ve y ponte el corsé de inmediato-

Sin protestar fui al cuarto de baño y me encerré. No se me ocurría nada para escapar, la ventana era muy pequeña y estaba demasiado alta, y el conducto de ventilación, en el techo a unos dos metros, no podría librarme de Jimin de ninguna manera. Me miré al espejo y vi el miedo reflejado, me volví un manojo de nervios, pensé en tirar la pieza por el inodoro y decir qué fue por accidente, pero supe qué eso no cambiaría nada, lo qué tenía qué pasar pasaría de todos modos.

-¿Por qué me pasa esto a mí?

Jimin tocó la puerta impaciente y me pegué un buen susto.

-Sal ya, no tengo toda la noche para esperarte. No hagas qué te saque a la fuerza-

-Ya salgo, dame unos minutos- fue lo único qué alcancé a decir antes de perder la voz

Me cambié, sin mucho esfuerzo, pues el vestido no fue difícil de quitar. Una vez más me miré al espejo y suspire, tomé aire y lo expulsé para intentar relajarme, aunque no lo logré. No pensé qué este momento llegaría de este modo y me aterraba la idea de salir,  sabía qué él no se detendría por nada y tampoco sería gentil.

-Calmate Zara, no puede ser tan malo después de todo ¿o si?-

Sequé las lágrimas y abrí la puerta, casi en contra de mi voluntad, ya no había vuelta atrás. El rubio me esperaba sentado en un sillón frente a la cama, igual a la mía, volteó a mirarme inquisitivo y con un movimiento con su cabeza  indicó qué me detuviese frente a él. Caminé tímida con paso lento, me sentí desnuda. Jimin sonrió divertido, el muy perro lo estaba disfrutando, ante sus ojos debía verme muy patética.

-Has algo para mí- ordenó y me encontré confundida, no sabia a qué se refería, la verdad no tenia nada de experiencia en estas cosas. Él solo se echó a reír.

-¿Que quieres qué haga?-

-Sabía qué preguntarias eso. No sabes nada en absoluto, pobre chica, permiteme qué te enseñe- se puso de pié y en un abrir y cerrar de ojos ya me tenía estampada en la pared.

Me golpeé la cabeza muy fuerte, Jimin no hacía el más mínimo esfuerzo para contener su fuerza. Tuvimos contacto visual por unos pocos segundos, mi corazón se aceleró, no me percaté antes de lo hermoso qué era, sus ojos cafés oscuros se volvieron morados y mordió su labio inferior mientras observaba mi expresión embobecida, hasta qué me dio la vuelta. Ahora tenía la cara pegada al papel tapiz, se pegó a mi, presionando con más fuerza hasta qué quedé inmóvil. Apartó despacio el cabello de mi cuello y un escalofrío corrió por mi espina dorsal al sentir su respiración en la nuca.

-Vaya, eso te gustó- dijo divertido con voz ronca

Cerré los ojos intentando disimular. El se pegó más, sentí la cremallera de sus vaqueros rosar sobre la tela en mi trasero y mis ojos se abrieron levemente.

-Zara, te equivocaste desde el principio, de no haber existido, hoy todos seríamos felices- murmuró en forma de suspiro y no entendí lo qué quiso decir

The Last Tomorrow (BTS )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora