"mi pequeño amor" [woozi y tu]

capitulo 26: "encuentros"

La semana avanzó y con ello, mis "encuentros" con Rena.

¿Como sabía exactamente donde yo estaba?, Porque estoy segura que me sigue, no te puedes encontrar con una persona tres veces seguidas el mismo día en diferentes lugares. Claro que no.

Pero dejando todo eso de lado, mi relación con Woozi iba muy bien: nos veíamos de vez en cuando: él a nuestra casa o yo a su departamento, aunque la mayoría de las veces los chicos venían con él; también salíamos a pasear, incluso podía ir algunas veces a su estudio, generalmente cuando estaba estresado y necesitaba inspiración:

-¡No tengo nada!, ¡Nada sale de mi mente! -. Gritó Woozi dejando el lápiz y empujando la silla hacia atrás. - T/N, ayúdame -. Volvió a girar en la silla para mirarme. -¿Qué hago? -. Dije alejando mi celular. - no lo sé, solo... Sé tú, supongo -. Entonces me acerqué y tomé su cara entre mis manos.- ¿Esto te da inspiración? -. Apreté un poco mis manos haciendo que sus labios se junten y parezca un patito. -¡Te ves muy lindo así! -. Comencé a reír y sonreír, y él se sumó después. - bien, ya sé con qué seguir.

Cosas como esa sucedían varias veces a la semana y cada una era más divertida que la otra.

En cambio en la universidad todo era más aburrido, aparte del proyecto para el fin de semestre, tenía miles de exámenes y otros trabajos, que la mayoría los hacia con Yuno o con Sunny, incluso con Yang Mi y así eran más divertidos pero los que eran con personas que no conocía eran incómodos. Debía ir a su casa y hablar con ellos sobre la materia, sin embargo la vergüenza siempre me ganaba y quedaba como una boba.

Ahora me encontraba en el campus de la universidad, estaba con mis amigas pero tenía mis audífonos puestos, así que no escuchaba mucho de su conversación. Pero me pegaron suavemente en el brazo para decirme que ya debíamos ir a clases.

Era clase de historia, osea una de las más aburridas.

Es que en serio, entrabas y te agarraba el sueño y la flojera al instante.

Comencé a hacer dibujos en mi cuaderno mientras prestaba la mínima atención a la clase. Pasé de dibujar flores a dibujar cuerpos deformes y cuando iba a pintarlos sentí miradas.

Me habían preguntado algo y todos comenzaron a mirarme.

Tuve que pasar adelante y tratar de responder.

Al final lo tuve malo pero me dijieron que estuve cerca y agradecían mi esfuerzo.

Al terminar nos fuimos a casa, aunque algo lo impidió.

Bueno, alguien.

-¿qué haces aquí, Rena? -. Pregunté. Realmente no me interesaba pero encontrarme con ella ya era un fastidio. - ¿no puedo? -. Contestó con un tono burlón. - si puedes pero no es coincidencia que te topes conmigo todo el tiempo -. Ocupé el mismo tono que ella. - ¿dices que te sigo?, no lo hago, no me interesa tu vida -. Se notaba nerviosa y eso solo significaba una cosa:

Tenía razón, me está siguiendo.

- sí, claro, digamos que sí -. Pasé por su lado dando golpecitos en su hombro. -¡es cierto! -. Rodé los ojos sin verla y me fui.

No iba a discutir por eso.

Al llegar a casa comimos algo y nos pusimos a hacer algo de las tareas que nos habían dejado, que en realidad eran para la clase pero no las terminamos. Y cuando iba a hacer lo que me quedaba de matemática sonó mi celular.

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¿Qué pasó?