Ainver, Bei, Saiderdich: 30, Diciembre, 2008.
— [Necesitamos un cebo —expuso una voz desde el teléfono en cuanto pulsé sobre el mensaje—. Dentro de un rato deberían llegarte los detalles. De momento te adelanto que tiene que ser normal, no solo parecerlo. Capacidades normales, aspiraciones normales; incluso si me permites la contradicción, peculiaridades normales. No sería un problema no conseguir al cebo, pero torcería gran parte del plan. Pasaría a ser una simple operación más, ¿sabes a lo que me refiero? Te llegan ahora.]
El mensaje se cortó. Alguien llamó a la puerta justo después y la abrió. Mi manager entró en la sala y dejó un sobre marrón de tamaño A4 sobre la mesa grande del centro de la sala.
— Me lo acaba de pasar el del tercero. Dice que es de los niños que viven en el segundo, que son fans y que se le escapó que te conocía. Que se esmeraron mucho. Hazles una respuesta, anda. Y sal de esa esquina, que llevas ahí unas horas.
— Sí, sí —respondí sin ánimo.
Ya sabía que lo que había en el sobre no era la carta de unos fans.
ESTÁS LEYENDO
Inktober 2019 - Historias cortas.
Short StoryHistorias cortas sobre las palabras de Inktober. Estos son los textos que figuran junto a los dibujos que haré este año. La primera página será información sobre el proyecto.