Historias cortas sobre las palabras de Inktober. Estos son los textos que figuran junto a los dibujos que haré este año. La primera página será información sobre el proyecto.
— Así, exacto. Y luego sueltas —explicó al niño.— Nada más. Con decisión y sin arrepentimiento. Muy bien. Vamos a volver a probar. Es muy fácil, ¿verdad?
El hombre se incorporó con el tirachinas en la mano mientras el niño asentía.
— Y divertido, ¿verdad?
El niño volvió a asentir, esta vez sonriendo. Sus padres no solían halagar sus habilidades de puntería y no le dejaban tirar piedras; solo bayas blandas. Pero ahora sus padres no estaban para prohibírselo.
— Muy bien. Si mañana me demuestras que dominas el tirachinas, tendré para ti un juguete más grande y entretenido. Y podrás usarlo contra lo que quieras. O contra quien quieras —el hombre sonrió emocionado tras decirlo.
— ¿Y cuándo podré salir afuera a jugar? —preguntó el niño.
El hombre reflexionó un poco antes de responder, y para hacerlo se puso a la altura del niño.
— En cuanto domines el segundo juguete saldremos los dos juntos y con el resto a jugar a enseñarle a la humanidad qué es una purga y por qué eso es labor de Zairin, no de humanos.
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