Aún con un zumbido persistente dentro de su cabeza, y aún cuando le resultaba doloroso el sólo respirar (y ni hablar del palpitante dolor en toda su espalda o los horribles raspones y moratones en rostro y brazos); después de enfrentarse a su destino, logró huir en una nave de escape directo a la tierra, era increíble cómo a pesar de tener la mente nublada de tanto pensar, instintivamente pudo pilotear dicha nave y colocar las coordenadas a algún destino.
No pudo encontrar una respuesta lógica de porqué regresar a la tierra, ni siquiera tenía a dónde ir o a quién pedirle ayuda realmente, ahora sin un plan, sólo le quedaba volver al planeta a donde fue exiliado.Recapitulemos unas horas antes para que puedan entender la confusión y las heridas de nuestro protagonista.
Planeta “Juzgamentia”, se celebraba un nuevo juicio y todos los Irken de distintas jerarquías asistieron. El acusado: Zim, ex-invasor y causante de muchas desgracias, delitos y muertes. No tuvo oportunidad de abogar por su vida, desesperanzado y sumido en una tristeza profunda, escuchó su sentencia: fue acusado de ser defectuoso y su PAK sería extraída para ser recodificada y eliminada.
En un estado de pánico, logra recuperar su PAK mientras era recodificada. Oh no, ¿Qué es lo que había hecho? ¿Por qué nunca supo cuándo parar? ¿Por qué no midió la consecuencia de sus actos?.
Esto era lo que los humanos llamaban: “golpe de realidad”, era vergonzoso, humillante y descarado, incluso fue patético haber visto todos sus errores reproducirse uno a uno frente a sus ojos; los cerebros controladores incluso sufrieron daños y le retiraron su sentencia en consecuencia a su mal funcionamiento, ¡fue declarado inocente y hasta fue galardonado como el mejor! Pero Zim sabía que no era así, sabía que todo era un error, el pequeño Irken se sentía expuesto y avergonzado, siendo forzado a salir del cascarón de su mundo de fantasía.Toda la muchedumbre estaba en un estado de incredulidad, no podían creer lo que había pasado frente a sus ojos; Zim, con el poco orgullo que quedaba de su mísera personalidad, huye del lugar mientras agradece el reconocimiento a sus “logros” con euforia y rigor.
La multitud enfurecida le abucheaba, le escupía, arrojaba cosas e incluso lo golpeaban. Tenía que irse rápido y no volver jamás, sin embargo, una parte de Zim quería creer en su sentencia buena, en que era inocente, quería creer que seguía siendo el mejor, el más importante y glorioso Irken,
porque él es:...—¡Zim!—Escuchó retumbar por el bullicioso lugar, casi al mismo tiempo en que pensaba en la grandeza de su nombre.
Miró hacia atrás, eran los más altos que clamaban por su ser, un nudo se formó en su garganta y sus piernas comenzaron a temblar. Antes de poder decir algo, habló el más alto Púrpura.
— ¿Sabes que eres un error, que nunca fuiste un verdadero invaso-…?El más alto Rojo le interrumpe levantando la mano.
—No, está equivocado.
Un sentimiento cálido se posa en su interior, pero en un instante se vuelve frío, desconocido y se llena de pavor al ver el rostro estoico de sus líderes.—Nunca fuiste un verdadero Irken. Vete a donde estabas y nunca regreses.
La risas estallaron , las manos lo apuntaron, objetos volaron, snacks lo ensuciaron; regresó a su pose original: cabizbajo, su mirada se dirigió al suelo metálico y observó sus manos que levantó con lentitud a la altura de sus ojos, ahora estaban temblando, mirando incrédulo a todos lados, buscando a alguien que le extendiera una mano amiga, una palabra de aliento…nunca encontró nada más que mofas y chistes crueles a su ser.
Sin saber qué acababa de ocurrir. Pudo escuchar que le hablaban de nuevo los más altos, con un espasmo regresó en sí, pero no pudo voltear.
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"Puse los pies sobre la tierra".
FanfictionDespués de descubrir la cruel verdad detrás de su misión en la tierra, atravesar un juicio siendo juzgado por sus mismos y amados líderes; el joven irken, exiliado y sin nada, regresa a la tierra en busca de respuestas tras su crisis existencial. ¿Q...