VI

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"¿así te gusta, Joe?" hablaba entre gemidos la chica rubia. Se encontraba montando el gran miembro de Joseph, éste tomaba de las caderas a la mujer, no le importaba si dejaba marcas. ¿Quién diablos de iba a dar cuenta?

Unas cuantas embestidas más y ambos habían llegado al orgasmo. La rubia dejó un húmedo beso en los labios de Joe y se fue, como siempre sucedía. Se levantó de su pequeña cama y se miró al espejo, necesitaba con urgencia tomar un baño, claramente no iba a dormir lleno de fluidos. Sacó del cajón un pijama limpio y un cepillo de dinosaurios que Rami y Gwil le habían regalado porque a él le gustaban.

Caminó hasta la ducha, quitó su ropa sucia y metió su delgado cuerpo al agua; las gotas lo recorrían por completo, se preguntaba en qué momento iba a ser capaz de platicarle a sus dos amigos que el conjuro era real y que en la mayoría de sus noches tenía relaciones con "personas" que en su jodida vida había visto.

El decirle a Gwilym sobre su secreto no lo ponía nervioso, el ojiazul fue el que lo había incitado a invocar al demonio, así que la reacción que esperaba de éste era un "vete a la mierda, Joe. ¿Cómo es coger con un demonio?"

Por otro lado, le preocupaba la opinión de Malek, el chico era tan entregado a la religión que al saber sobre la aventura de su amigo rápidamente le ordenaría que se incara y pidiera perdón a Dios hasta que sus rodillas estuviesen completamente moradas.

Claro que la futura reacción de Rami era la que más lo ponía nervioso.

Talló su cuerpo de forma delicada, limpiando cada rincón de su ser. La sensación de el agua caliente le daba una paz magnífica, sus músculos se liberaban de toda tensión, se sentía bien.

Cerró las llaves, tomó la toalla y la puso en su cadera. Salió de la ducha, miró el espejo que se encontraba enfrente, el vapor lo había cubierto entero; pasó su mano por éste y al mirar el cristal vio a ese atractivo rubio detrás de él. Se asustó y dió un pequeño saltito. El demonio sonrió sin mostrar sus dientes.

"¿Por qué tan asustado? Relájate" Joe no quitaba la mirada del espejo.

"Claro que no estoy asustado, e-es ridículo" mintió, el ojiazul se acercó un poco más al cuerpo de Joe, éste último seguía sin quitar la mirada del cristal.

"Estás más blanco de lo normal" dijo "te recuerdo que soy el diablo, sé cuando estás mintiendo, Joseph" el cuerpo del demonio se acercó un poco más a la espalda del seminarista -teniendo una distancia considerable-. Asmodeo notó cómo los ojos del menor se cerraban lentamente y la forma en que sus mejillas tomaban un color carmín. Pasó su mirada por la blanca espalda de Joe; gotas de agua aún se deslizaban en ella. Sus pequeños lunares que formaban distintas formas en aquella ajena piel, era hermoso.

Joseph era hermoso.

Tenía toda las intenciones del mundo en seguir viendo el cuerpo semidesnudo del seminarista pero para su pésima suerte éste abrió sus ojos rápidamente.

"¿por qué te tendría que temer?" su voz sonaba apenas. Mordió su labio intentando de ocultar el nerviosismo.

"Es simple." suspiró  "Soy un demonio y como seguramente sabes... Yo castigo"  Joe giró su cuerpo, ahora se encontraba a escasos centímetros del rubio.

"¿Me va hacer algo?" tragó saliva con dificultad, Asmodeo sonrió ladino. "¿Acaso me va a castigar?" preguntó con falsa inocencia.

¿Qué estás haciendo, Joe?


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PERDÓN POR NO ACTUALIZAR, VALGO VERGA PORQUE SE ME VAN LAS IDEAS Y AAAAH.
Sé qué la ortografía está de la verga, disculpen. Voy a subir caps más seguido porque quiero subir otra fic (hardzzello) en la que pues he trabajado más¿ ajsjs bai.

Btw, ¿ya escucharon la canción de Harry?

a s m o d e o (hardzzello)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora